Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

sábado, 28 de enero de 2012

Capítulo 23 #

Desperté al día siguiente empapada en lágrimas, acurrucada en el sofá, helada de frío. ¿Allí pasé la noche? Bah, no me importaba saberlo. Cogí la manta del suelo, desganada, pero tenía frío. Me la eché por encima sin importarme dejar mis pies fuera de esta. ¿Qué hora sería? Miré al pequeño reloj que había encima de la televisión y vi que eran las 12:02pm. Joder, sí que había dormido. Miré a la mesa y vi que las películas que trajo Zayn seguían allí. No lo pude evitar, y volví a llorar. Todo fue demasiado rápido. Porque si lo piensas dices 'joder, hace dos días estaba genial conmigo, y ahora...ahora NO está conmigo'. Y ese pensamiento inunda tu mente, y vuelves a recordarlo todo, y vuelves a llorar, echando lágrimas guardadas, que tú creías agotadas, pero no era así. Me quedé de nuevo quieta en el sofá, llorando, sin querer levantarme, sin querer tener vida.
De nuevo cayó la noche en el cielo, y de nuevo yo había estado sin moverme del sofá y sin comer durante todo el día. Miré de nuevo ese pequeño reloj plateado que había encima de la televisión, y observé que ya eran las 9:32 pm. Cerré los ojos con intención de dormir algo, aunque no podría, porque mis propias pesadillas me despertarían entre lágrimas, pero con cinco minutos de sueño me conformaba. Pero de repente oí la puerta. No abrí los ojos, no quería saber nada de nadie. Pero volvieron a llamar. Esta vez sí que, con desgana, miré la puerta desde el sofá, pero sin intenciones de moverme. Pararon de llamar y yo volví a mi estado anterior. Pero volvieron a llamar, esta vez con más intensidad, y básicamente estaba harta de oír la dichosa puerta, así que me levanté liada en la manta, lentamente, arrastrando los pies, parecía un zombie. Abrí la puerta con menos ganas que las que tenía de vivir, y unos abrazos me abrazaron tan fuerte que empezaron a hacerme daño incluso. Yo no quise seguir ese abrazo, es que no tenía ganas de nada. Con rostro serio aún, esperé a que la persona se separara de mí para distinguir quién era y qué hacía aquí a estas horas. Se separó lentamente, y aunque por dentro me sorprendí, mi rostro no decía lo mismo, no decía nada.
- ¡Maribel! Vine en cuanto me enteré... - Dijo Niall, cogiéndome por los brazos fuertemente, con cara de preocupación.
- Pues ya te has tenido que enterar tarde. - Dije, sin ganas, fría, distante, con un filo hilo de voz.
- Vine en cuanto pude.
- Ya lo sé, perdona Niall...
- No importa. ¿Puedo pasar?
Asentí con la cabeza y entré primero, con la misma lentitud con la que me anteriormente me había dirigido a la puerta, me senté en el sofá sin ganas, y me puse a mirar de nuevo a la nada, mientras Niall cerraba la puerta y venía a sentarse a mi lado. Ninguno habló durante unos minutos. Por mi parte yo no tenía ganas de nada, y menos de hablar y comentar lo que pasó, pero por parte de Niall, supuse que era un simple bloqueo, no sabía que decir.
- Vuelve.
- ¿A Londres? - Dije desganada.
- Sí.
- No.
- ¿Por qué?
- No quiero verle.
- Él es quien se marchó, tendría que ser al revés.
- Gracias por recordarlo Niall, creo que aún no lloré lo suficiente, si has acabado puedes irte.
- Perdona... Es que te echamos de menos. No es bueno que estés aquí sola, seguro que ni comes.
- Qué más da eso.
- Que si no comes mueres. Hasta un niño pequeño sabe eso.
- Me da igual.
- ¿Es por que él no está?
- Sí. Todo da igual ahora.
- No digas tonterías.
- Expreso mis sentimientos, nada más.
Volvió el silencio entre los dos. Ninguno sabíamos qué mas decirnos. Comencé a llorar de nuevo, aunque ya no me sorprendí, ni si quiera intenté frenar las lágrimas, me acabé acostumbrando a ello. Pero parecía que Niall no. Me abrazó corriendo, muy fuerte, y empezó a hablar intentando calmarme.
- Vuelve, con Ana y Lucía, te sentirás mejor con todos allí.
- Pero estará él.
- Pues pasa.
- No puedo.
- ¿Por qué?
- Por que le quiero Niall.
- Dile eso y vuelve a ser feliz.
- Se lo dije.
- ¿No te hizo caso?
- No se lo cree.
- No entiendo eso.
Me quedé callada. ¿Que no lo entendía? ¿Es que no sabe por qué lo dejamos? Era extraño. Al principio dijo que vino cuando se enteró de la ruptura. ¿Y no sabe los motivos? Me extraña.
- ¿No sabes por qué lo dejamos? - Me aparté de Niall y le miré a los ojos.
- No...
- Me besé con Louis.
- ¿Que qué? - Abrió los dos ojos como platos, parecía que le sorprendía.
- En un juego. - Aparté la mirada.
- Espero que sea una broma.
- No lo es.
- Entonces normal que Zayn se haya ido.
- Odia las mentiras.
- Odia que le hayas engañado.
Me quedé callada de nuevo al oír esa respuesta de Niall. Quizás llevara razón y Zayn no me odia a mí, si no que odia lo que hice. De una forma u otra, ese odio me hacía daño.
- Niall voy a volver a España...
- Sí, claro, con nosotros.
- No, antes que vosotros, mañana.
- ¡¿Mañana?! - Exclamó.
- Sí. Es eso, o me suicido, elige.
- Ven conmigo.
- ¿A dónde?
- A la ciudad.
- Y dale Niall... - me interrumpió.
- En serio vuelve, estás unos días con Ana y Lucía, te tranquilizas, te lo piensas todo mejor, vamos al parque de atracciones el 20, que es dentro de dos días, y luego te puedes ir a donde quieras.
- No me dejaréis irme.
- Claro que no, pero podemos hacerte creer que sí e ir detrás tuya.
Reí. Por primera vez en dos días reí, vagamente, pero reí. Quizás podía haber sido una risa más estridente, más linda, o más graciosa, pero era una risa sincera. Me había echo sentir querida por un momento.
- Claramente no puedo influir en tus decisiones con esto pero... - Paró en seco, me miró, encarnó una ceja, volví a sonreír mirándole - Louis está desesperado por verte. Y más desde que se ha enterado de lo de Zayn y tú. Y Lucía y Ana, ya no te quiero ni contar...
- Jajajajaja, me las imagino...
- Me alegro de haberte echo reír.
- Me alegro de que estés aquí.
Ambos sonreímos. ¿Qué perdía yendo a Londres? Ya lo había perdido todo. Además si que echaba de menos a mis chicas, y a Louis, joder, necesitaba ver a Louis, necesitaba uno de sus abrazos.
- Volveré...
- ¿A Londres? ¿En serio?
- Sí...
- ¿Cuándo?
- Contigo.
- Entonces eso es ahora mismo.
- Pues ahora mismo será.
Me dirigió una sonrisa sincera, de agradecimiento, de despreocupación. Intenté devolvérsela con dificultad, y con algunos aspavientos, me levanté del sillón y me dirigí a la habitación de arriba para coger mis cosas. Él me acompañó silenciosamente por detrás. Recogimos mis cosas, los regalos, todo. Niall se ofreció a bajarme las maletas y yo fui al baño. A mirar ese espejo de nuevo. No quería irme sin verlo por última vez. Sonreí, sonreí al ver la frase de nuevo. Pero a la vez mis ojos también me jugaban una broma de mal gusto, y se inundaron de nuevo de lágrimas. Decidí no pensar más en todo esto, y bajé a la planta de abajo, despidiéndome de todos los recuerdos que podía haber tenido allí estos días. Cuando bajé ya había un taxi esperándonos a mí y a Niall. Cerré la puerta con la llave, dejando miles de emociones y lágrimas dentro. Le comenté a Niall que tenía que llevar las llaves al casero, se ofreció a acompañarme. Se las devolvimos a Charles entre falsas sonrisas, y nos metimos en el taxi. No me atrevía a mirar atrás, no me atrevía a volver a sentir todo el dolor de nuevo en mi piel. Dejé que el momento fluyera mientras viajábamos hacia Londres. Apoyé mi cabeza sobre el hombro de Niall, éste pasó su brazo por detrás de mi espalda, abrazándome por los hombros, y dejé que mis párpados se cerraran lentamente, sin encerrar a ninguna lágrima. Las horas pasaron rápido, y yo las pasé durmiendo. Niall me despertó suavemente al llegar a Londres, y de nuevo me bajó él las maletas. Me froté los ojos al salir del taxi, y me imagine que Zayn estaría en casa, ya que vi la luz de su habitación encendida. Entré lentamente y algo obligada con Niall detrás en la casa, y todos vinieron a darme la bienvenida.
- ¡Mi amor! - Ana gritó mientras venía entre lágrimas y sonrisas a verme, y me abrazó.
- ¡Maribel, por fin! - Lucía repitió la misma acción que Ana y nos dimos un pequeño abrazo de grupo.
- Eh enana, ¿mejor? - Harry me dirigió una sonrisa y me dio un pequeño abrazo.
- ¡Te echábamos de menos! - Añadió Liam mientras me abrazaba también.
- ¡Louis! - Gritó Harry - ¡Mira quién ha vuelto! - Y me dedicó una sonrisa.
No tardé mucho en divisar a Louis de lejos. Había salido corriendo de donde estuviese. No podía más. Salí corriendo hacia él, y pocos metros fueron para mí. Me cogió en volandas mientras me abrazaba.
- Louis...Louis...
- Que te echaba de menos mi pequeña. - Me abrazaba aún más fuerte.
- Y yo a ti, joder y yo a ti. No sabes como te he necesitado estos días.
- No eras la única que me necesitaba.
Me separé de él dejando que él apoyara de nuevo mis pies en el suelo, y vi que dirigía la mirada a un punto que estaba tras de mí. Todos se quedaron callados y el silencio se apoderó de aquel momento. Me separé de Louis, indecisa y miré hacia donde miraban todos. Y lo vi. Vi a Zayn, más desmejorado que la última vez que pude verle. Estaba en pijama, y tenía los ojos hinchados. ¿Estaba así por lo que ocurrió? Pero si fue el quien se marchó... No sabéis el dolor que tenía en ese momento cuando le vi así, así de mal, así de jodido.
- Bueno, creo que Harry y yo ya nos vamos a dormir. - Dijo Ana tirando del brazo de Harry hacia las escaleras.
- Si, nosotros también nos vamos a dormir, es muy tarde. - Añadió Liam mientras abrazaba a Lucía.
- Yo me voy a dormir, una pizza me espera en mi habitación. - Niall sonrió y fue el primero que subió por las escaleras.
Le dio unas pequeñas palmadas a Zayn en la espalda y este intentó sonreír, pero no lo consiguió. Todos fueron subiendo hacia la planta de arriba, aunque Ana y Lucía desde luego, no querían.
- Suerte pequeña zanahoria. - Me dijo Louis en un susurro. Y él también se fue por las escaleras.
Y de nuevo, por suerte o por desgracia, me quedé a solas con Zayn.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Te gustó? ¡Comenta!