Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

domingo, 15 de enero de 2012

Capítulo 8 #

Sabía más de él de lo que yo creía. Estando en el parque me confesó que era el lugar donde más le gustaba ir cuando quería despejar sus ideas. El restaurante donde comimos era su restaurante favorito de todo Londres. La ruta que hicimos, según me dijo él, fue la primera ruta que hizo con los chicos tras formar One Direction. So color favorito era el rojo, de ahí la camiseta roja que llevaba puesta. El sitio donde casi nos besamos es un lugar que él adora para observar el Big Ben. Adoraba a las chicas un poco atrevidas. Era poco romántico pero  muy fiel. Siempre le han acabado haciendo daño en las relaciones, y hasta ahora nunca había encontrado aún a una chica por la que merezca la pena hacer ciertas locuras. Pocas, poquísimas veces se ha enamorado. Y casi siempre ha salido mal parado. Tiene un gran problema con el agua. No le gusta nadar en ella, pero puede beberla. Y eso fue un motivo de risas entre los chicos. Adora gastar bromas con Louis, y alguna vez se ha llegado a ofender por que las fans lo han rechazado por ser musulmán. Me quedé de piedra, sabía muchísimas cosas de él, me las había ido contando a lo largo de todo el día, y yo casi no me había dado cuenta. Me avergoncé de lo que hice cuando no le besé. Nos conocimos ayer, pero ya sabía muchísimo de él. Pero pensé, un poco más a ver que salía, y entonces, lo vi. Cuando se pone nervioso mira a todos lados, esbozando pequeñas sonrisas. Cuando está de broma o la está gastando le cuesta mantenerse serio. Siempre tiene una sonrisa ahí, en su perfecto rostro, siempre. Pase lo que pase, en la situación que sea. Y no lo soporté. Quería verle al día siguiente, aunque fuesen cinco minutos, necesitaba verle. Busqué mi móvil en mis bolsillos. ¡Mierda, no estaba! ¿Dónde lo había metido? Me incorporé y me puse a buscar por el sofá. Nada. Y entonces me acordé... ' - Devuélveme el móvil. - No, que te picas y me dejas marginado. Luego te lo doy. ' Mierda, Zayn se había quedado mi móvil al final. Bueno, con suerte lo vería mañana a la noche, y me lo devolvería. Pero menuda faena, quería que viniese conmigo a lo de los profesores. Me froté la cara con decepción, me dirigí a mi habitación, y me acosté.
Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. ¡Plaf! 'Joder, ya me he cargado el despertador.' Las 8 de la mañana, en una horita tenía que estar viendo a mis queridos profesores. Hace ya dos días que vinimos a Londres y teníamos que vernos, aunque no sé para qué, en fin. Miré la fecha de hoy, '20 de Abril'. Joder, en una semana era mi cumpleaños. Y lo pasaría fuera de España, en compañía de mi grupo británico-irlandés y mis amigas en Londres. Venga, mejor no podría ser. Para qué os voy a engañar, mejor sí que podría ser. Si Zayn y yo estuviésemos juntos todo sería aún más perfecto, inmejorable. Me desperecé y me puse a mirar qué ropa me ponía. Estaba desganada. Aunque la noche anterior ya había aceptado lo que sentía por Zayn, el negarle el beso pesaba aún en mi conciencia. Y se repetía una y otra vez esa imagen. Y por más que quería que no fuese así, no podía hacer nada. Cogí unos vaqueros, las converse, una camiseta verde de Mafalda y una chaqueta, y me fui al baño a ducharme. A los 20 minutos terminé, me vestí y me peiné. Hoy me apetecía dejarme el pelo suelto. Salí y me topé con Lucía, ya vestida también.
- ¿Y Ana? - Le pregunté mientras me intentaba peinar de nuevo.
- Se está vistiendo. Tía, ¿dónde tienes el móvil? - Me preguntó ella.
- Pues, se lo quedó Zayn anoche... ¿por qué? - Dije yo, muy extrañada.
- Porque me ha llamado tu madre. 
¿Mi madre? ¿Qué? Pero, ¿mi madre? ¿Llamándo a Lucía porque no me encontraba? Vale, vale, definitivamente aún estaba durmiendo.
- ¿Qué quería? - Le dije, dejando las cosas en mi habitación y cogiendo las llaves.
- Hablar contigo para saber como estabas, pero como te estabas duchando, le he dicho que luego la llamabas tú. - Me dijo ella, mientras Ana salía de su habitación. 
- ¿Listas? Venga que vamos a llegar tarde. - Dijo Ana encaminándose hacia las escaleras.
Lucía y yo la seguimos y salimos de la casa. Recorrimos el camino como siempre, hablando en español comentando un poco todo, y lo que nos había pasado en dos míseros días. Llegamos al aeropuerto, donde nos dejaron hace dos días nuestros compañeros de clase, y allí estaban todos esperando. Al verlos corrí a abrazar a Olatz, a Andrea, a Laura y a todas las demás. Las echaba mucho de menos. Y quería contarles lo de Zayn, lo de los chicos, pero no podía, se lo prometimos a Helena. A los pocos minutos, llegaron los profesores y nos estuvieron preguntando qué tal iba todo, y demás. Estuvimos allí como una hora y media, porque más de uno se entretuvo en contar qué había echo. Cuando ya terminaron, las chicas nos propusieron ir al centro de compras, y Lucía dijo que nos llevaría, ya que ella ya había ido, pero no dijo con quién. Hacía bien, si les dice que fue con Liam Payne, creo que no la dejarían en paz de todas las preguntas que podrían soltar. Fuimos paseando hasta allí y tardamos como media hora. Íbamos siete chicas, y entre una foto por aquí y otra por allá, se nos iba el santo al cielo. Cuando llegamos, y ya metidas en una tienda de ropa, mientras todas estaban probándose ropa, yo estaba más apartada. Con la cabeza en otro mundo, en el mundo donde Zayn y yo éramos felices juntos. En el mundo del 'nosotros'. Del él y yo. Pero me sacaron de allí en un segundo.
- Tienes un mensaje de tu Zayn en mi móvil. ¿Dónde está el tuyo? - Me dijo Ana dándome el móvil.
- Lo tiene él... - Le dije sonriendo.
- Si quieres contestarle no te cortes. - Me dijo sonriendo, y se fue con las demás mirando ropa.
¿Zayn se habría dado cuenta de que se había llevado mi móvil? En fin, no pude aguantar mucho tiempo sin mirar el mensaje, lo abrí.
¡Vaya! Me quedé tu móvil sin querer. Te estoy viendo ahora mismo leer esto así que, ¿vienes y te lo devuelvo? Anda, no me digas un no. Que para estar ahí sola, te vienes conmigo, que te vas a reír más.
Sonreí. ¿Que me estaba viendo? ¿Dónde estaba? No le ví en toda la mañana. Miré a la izquierda, hacia el escaparate que daba a la calle. Pero no le veía fuera. Me di la vuelta.
- ¡Aaaah! Dios santo Zayn, que susto me has dado. - Dije yo, llevándome la mano al pecho.
- Lo siento. - Dijo divertido, mientras se reía de mí en mi cara.
- Encima no te rías, petardo. - Le dije, sacándole la lengua.
- Oye, no me llames cosas raras en español. ¿Quieres tu móvil o no? - Me dijo él, con una sonrisa de oreja a oreja.
- Bueno, si me lo das, me harías un gran favor, y me harías muy feliz. - Le dije, mirando su mano y dándome cuenta de que lo tenía ahí mi móvil. Sonreí.
- Pero yo quiero algo a cambio. - Me dijo él escondiendo la mano detrás de su espalda.
- ¿El qué? - Le dije, riendo.
- Ven. - Me ofreció su otra mano, se la cogí encantada, y ambos salimos corriendo de la tienda.
Corrimos por el centro de Londres como si nada, corrimos demasiado creo yo. Hubo un momento en que me solté de su mano y empecé a coger velocidad, proponiendo una carrera, que finalmente, él ganó. Llegamos a una parte un poco desconocida para mí. Una gran casa, casi a las a fueras de la ciudad. Tenía la fachada en blanco, y lo que es el tejado, marcos de las ventanas, puertas, porches y demás, todo estaba en madera de color marrón oscuro.
- ¿Quién vive aquí? - Le dije, parando y observando la casa. Me había enamorado de ella, sí, sí.
- Yo. Bueno, nosotros. Bueno, los chicos y yo.
- Es enorme.
- Somos cinco, ¿qué esperabas? Anda ven. - Me dio la mano y me condujo hacia ella con una sonrisa.
- Espera Zayn. - Me paré y tiré de él para que también parara. - Tengo que hablar contigo de algo.
- Luego, primero ven. - Me dijo sonriendo.
No podía decirle que no, así que me arriesgué y entré con él en la casa. Todo estaba muy silencioso, parecía que no había nadie. Me condujo hasta el salón y allí vi algo que no esperaba encontrar. Louis y Harry estaban sentados en el sofá, intentando poner una cara seria.
- Maribel - Dijo Louis intentando contener la risa - ¿es cierto que pasaste ayer todo el día con nuestro Zayn? - Me dijo él, entrelazando sus manos.
- Sí... - Dije intentando aguantar la risa. Pero Zayn casi no lo logró y empezó a reírse.
- ¡Zayn! No te rías, es un tema muy serio. - Le dijo Louis gritando y sonriendo - Bien, ahora quiero preguntarte... - Yo me quedé más seria. ¿Preguntarme? ¿A mí? ¿El qué? Me estaba empezando a asustar, si no fuera porque Zayn seguía riendo.
- No venga Lou, déjala, esto es ridículo. - Dijo Zayn riendo, mientras rodeaba mis hombros con su brazo.
- Aich, Zayn, que te calles. - Dijo Harry, mientras se levantaba de donde estaba, se dirigía a Zayn, y empezaba a taparle la boca con la mano mientras lo aplastaba.
- Maribel, ven cariño ven. - Me dijo Louis dando unos golpecitos en el sofá a su lado. Me levanté riendo y me senté. - Esto es serio. Y tengo que preguntártelo.
Yo me quedé callada esperando la pregunta. Harry dejó a Zayn y éste dejó de reír. Todos estaban más serios.
Y ahí sí, empecé a asustarme.

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