Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

lunes, 27 de febrero de 2012

Capítulo 42 #

(NARRA MARIBEL)
Seguro que tú, el que está leyendo esto, te preguntas, que dónde pasé la noche. Es una pregunta bastante interesante, ya que yo, todavía, no sé exactamente dónde la pasé. Lo único que sé, es que nada más despertar, vi a Louis a mi lado, sin camiseta, durmiendo como un tronco. No reconocía la habitación. Era muy, pero que muy amplia. Todas las paredes pintadas en blanco. Ambos habíamos estado durmiendo en una cama de matrimonio. Me incorporé en la cama lentamente, mirando todo con atención. ¿Estábamos en un hotel? No, había fotos de una familia en las cómodas. Me sonaban bastante las caras de toda aquella familia. Seguí mirando la habitación y justo al lado de Louis, en la mesa que estaba a su izquierda, estaba mi móvil. Pensaréis que es una tontería, pero en las BlackBerry, hay una opción de 'mapas'. Es una aplicación que se actualiza constantemente, indicando dónde te encuentras exactamente, bueno, más bien, dónde se encuentra tu móvil en ese momento. Y eso quería mirar. Me levanté lentamente, intentando pasar por encima de Louis sin que éste se despertara. Lo conseguí. Alcancé mi móvil. Lo cogí con alegría tras haber pasado esta difícil prueba, y me senté donde estaba segundos antes. Activé la aplicación y según decía un gran letrero en gris... Yo me situaba... En... ¿DONCASTER? Vale. Esto tenía que estar estropeado. Le di a 'actualizar'. Y volvía a marcar lo mismo, 'Doncaster'. ¿Qué narices hacía yo en Doncaster? Y lo más importante, ¿cuándo demonios he viajado yo a Doncaster? Me froté los ojos pensando que estaría soñando, pero para mi sorpresa, no, no estaba soñando. Y entonces todo me encajaba un poco más. Me levanté de la cama y fui hacia la cómoda, con intenciones de mirar aquellas fotos que tanto me habían llamado la atención. Porque me resultaban familiares. Y para que no me resultaran familiares... Era la familia de Louis. Fotos más antiguas, y fotos más nuevas. Los reconocía a todos. Entonces eso significaba que yo estaba en casa de sus padres, o algo por el estilo. ¿Y Zayn? ¿Seguía en Bradford? Pues genial, si allí sigue, la he cagado a base de bien. De nuevo me había 'fugado', pero esta vez sin saber ni cómo ni por qué, con Louis. Estaba marcando el número de Zayn, cuando un leve susurro hizo que mis dedos se dislocasen, mi memoria se dislocara y que mi corazón diera un brinco.
- Buenos días pequeña - me susurró Louis en el oído.
- Bue-buenos días - dije dándome la vuelta, guardando el móvil en el bolsillo de mis pantalones y esbozando una pequeña sonrisa, aunque pocos eran los centímetros que nos separaban y mi nerviosismo era notable. Muy notable.
- ¿Cómo dormiste?
- Bi-bien. Esto... - me dí la vuelta a mirar las fotos.
- Mi familia.
- Me he dado cuenta. ¿Qué estamos haciendo en Doncaster?
- Sí, eh... Siéntate. Es algo largo de explicar.
No me lo tuvo que decir dos veces. Me senté en el borde de la cama, con las piernas cruzadas al estilo indio. Él se sentó a mi lado, mirándome con una sonrisa, mientras se aclaraba la voz antes de empezar aquel relato que tanto necesitaba saber en aquellos momentos.
- Después de la pelea, bueno... Pasó.
¿Que pasó? ¿Que pasó qué? Joder, que mala memoria tengo.
- Que nos besamos Maribel - aclaró riendo tras ver mi cara de desconcierto.
- ¿Qué? ¿Que nos besamos? ¿Otra vez? Joder Louis...
- ¿No te acuerdas de nada? Ni que fueras borracha.
- Cuando tengo mucho sueño se me olvidan las cosas.
- Ya lo veo, ya. Bueno, el caso, es que en ese momento, Zayn pasaba cerca de nosotros. Y sí, nos vio. Básicamente, me separé de ti al verle, y caíste rendida de sueño en mis piernas. Te llevamos a la casa de sus tíos, te dejamos en el sofá y ambos nos fuimos a hablar. Mira Maribel, él te quiere - un pequeño suspiro fue lo que hizo mi corazón tras oír aquellas palabras - pero yo, yo también te quiero. Y de la misma forma. O quizás más.
Mi corazón dio un brinco. 360º. Total y absolutamente enredado estaba. ¿Que Louis me quería? Vale vale vale. Inspira, expira. ¿O era al revés? Bah que más daba.
- Lo-Louis yo...
- Espera, que termino y ya hablas. Estuvimos hablando y decidimos que lo mejor era que decidieras tú, y no nosotros. No me culpó por haberte besado, ya que él dice que también lo habría hecho. Tomó un avión a España, para contar lo sucedido a los demás. Yo no quería quedarme en Bradford y era totalmente lógico, así que llamamos a un taxi y te traje a la casa que tengo aquí, en Doncaster.
- ¿Cuánto se tarda de un lugar a otro?
- Pues unos 40 minutos. Viniste todo el camino dormida. Si te das cuenta tus maletas están ahí - señaló una esquina de la habitación - y hoy tomamos un vuelo hacia España también.
- ¿Zayn está enfadado conmigo?
- No creo. Te debe una explicación por cierto mensaje. ¿Cierto? - rió.
- Sí. Fue por eso por lo que salí.
- Se lo imaginó al salir y no encontrarte allí. Maribel. No me gusta decir esto, pero esta vez, es diferente. Maribel, yo te puedo ofrecer más que él.
- Louis no... No me hagas tener más dudas de las que ya tengo por favor.
- Piénsalo, claro, yo te dejo que lo pienses. Pero nunca dudes que te quiero. Que te quiero más que él. Que eso siempre va a ser así.
- No, yo no...
Me tapé la cara con las manos, dejando que las lágrimas salieran de nuevo de mis ojos. Mi cabeza iba a estallar de tantas preguntas sin respuesta. Me imaginaba la cara de Zayn al vernos a mí y a Louis besándonos. Me lo imagino todo, y mi corazón se partía en pedazos cada vez que lo pensaba. Pero unos pequeños besos comenzaron a hacerme reír poco a poco. Besos por el cuello. Pequeñas cosquillas que hicieron que me tumbara encima de la cama con una sonrisa. Besos que pasaron a estar en la cara. Y besos que tenían como destinatario otra parte de mi rostro, que no eran las mejillas.
(NARRA LUCÍA)
No podía más. Ni yo ni Ana. Necesitábamos hablar con Maribel para contárselo todo. Teníamos tantos chismes para contar que nos iba a estallar la cabeza. Para nuestra sorpresa, nada más levantarnos, nos encontramos con Zayn allí. Supuse que ese era el mensaje que Liam recibió. Todos fuimos a abrazarle, e insistió en hablar con los chicos a solas. Nosotras nos quedamos bastante preocupadas, porque de nuevo, Zayn venía solo y Maribel no estaba. Y comenzamos a temernos lo peor.
- ¿Estás marcando? - me preguntó Ana tumbándose conmigo en la cama.
- Que sí - dije sonriendo - ¡Maribel!
- Ponlo en altavoz - replicó Ana.
- Que ya que ya - activé el altavoz de la llamada - ahora podemos hablar.
- ¿Hablar de qué? - una pequeña risa salió del altavoz del teléfono.
- ¿Dónde estás? - pregunté.
- En Doncaster.
- ¿Con quién? - inquirió Ana.
- Con Louis.
- ¿Qué demonios haces con Louis en Doncaster? - pregunté algo intrigada.
- Tengo bastantes cosas que contaros.
Un relato comenzó a salir del altavoz de aquel pequeño aparato con botones negro. Peleas, mensajes de desconocidas, fugas secretas, besos... ¿CÓMO?
- ¿QUE TE BESASTE CON LOUIS? - gritamos Ana y yo al unísono.
- Sí.
- ¿Qué narices? ¿Sólo esa vez por la noche?
- No eh... Esta mañana, también... Pero ya no pasa más.
- Maribel - dije seria - ¿qué narices estás haciendo?
- No lo sé, me siento como una auténtica puta.
- Lo pareces - afirmó Ana entre risas.
- Vale, dejemos mi tema un rato. ¿Qué tal vosotras?
Ana le narró su problema con Niall y yo, con apoyo de Ana...Le conté mi pequeño problema con Zayn.
- ¿Te gusta Zayn? - preguntó Maribel.
- Que no, sólo fue un escalofrío.
- Y se puso colorada al verle - aclaró Ana.
- Que no. Ana joder, que es su novia - dije en un pequeño susurro.
- Y ella es tu mejor amiga. Secretos aquí, cero - replicó Ana.
- Eso es verdad. Vale, ahora pasamos al tema de Lucía. Pero...¿Ana? ¿Niall, en serio? Tú estabas genial con Harry - dijo Maribel.
- ¡Lo sé! No sé por qué ahora las cosas parece que están cambiando.
- ¿Cambiar? No, no, no, no. Me voy cuatro días y mira la que se arma - rió Maribel.
- Puede - vi como Ana se frotaba los ojos y suspiraba lentamente.
- Y Lucía... - tragué saliva - No te puedo decir que eres esto o eres lo otro por el mero hecho de que te pueda gustar Zayn. Porque mírame a mí, estoy con Louis en Doncaster - reímos las tres - sólo quiero decirte que, si aclaras algo, que me lo digas. No me lo ocultes. ¿Vale?
- Claro - dije sonriendo bobamente al teléfono.
- ¿Qué...nos está pasando? - preguntó Ana en un pequeño susurro.
- Todo estaba bien, ¿verdad? - contestó Maribel.
- ¡Sí! ¿Qué afán tenemos ahora con joderlo todo? - pregunté.
- Me siento bastante gilipollas por ilusionarme en una tontería así, más cuando estoy con Harry. No es propio de mí - confesó Ana.
- No te culpes, yo me he ruborizado al ver al novio de una de mis mejores amigas - aclaré.
- Eh, que aquí la que se ha escapado con el chico que no debe soy yo - dijo Maribel.
Las tres reímos tontamente, aunque ninguna de nosotras quería reír en ese momento.
- Esto tiene que cambiar - dije.
- Total y absolutamente de acuerdo - contestó Maribel.
- Y cuanto antes - repuso Ana.
- De momento yo, estoy a punto de coger un taxi y voy para el aeropuerto. En unas horas estaremos en España, ¿vale? Todo esto, lo quiero hablar con muchísima más calma con vosotras en persona - dijo Maribel.
- Sí, sí, por supuesto.
- Nosotras iremos a investigar entonces a ver qué cuenta Zayn - dijo Ana esbozando una pequeña sonrisa.
- Jajajajajaja, ¡perfecto! Estamos en contacto, ¿eh? - había un pequeño rasgo de emoción en la voz de Maribel.
- Sí, por supuesto - aclaré divertida.
Oí como Maribel colgaba y ahí nos quedábamos Ana y yo, mirándonos con una vaga sonrisa. Decidimos levantarnos para ir a investigar, tal y como habíamos prometido a Maribel. Ana abrió la puerta mientras yo me peinaba rápidamente mirando al espejo.
- ¿Sabes qué Ana? Creo que Maribel tiene razón. ¡Y creo que tú también la tienes! Creo que el haberme fijado en Zayn era una gran tontería. Quizás el rubor y todo lo demás que sentí con él no era nada, sólo sensaciones de alegría al verle o al saber de él después de tantos días. - Ana no contestaba, pero aún así yo seguía hablando como una tonta - Al fin y al cabo él es el novio de Maribel y aunque ella esté ahora dudando de sus sentimientos hacia él, por Louis, jamás saldría con Zayn, simplemente por el hecho de que ellos ya han estado juntos - salí del baño donde había estado instantes antes, con una gran sonrisa, buscando a Ana con la mirada - ¿Me entiendes?
Pero para mi sorpresa allí no estaba Ana. No, allí ella no estaba. La puerta estaba cerrada. Y la persona que allí había, sentada en el borde de la cama, no era la que yo me esperaba encontrar. Y menos, la persona que yo esperaba que oyese todo aquello que yo acababa de soltar.

domingo, 26 de febrero de 2012

Capítulo 41 #

- ¡Louis! - no llegué a entender qué demonios hacía aquí, pero lo importante en aquel momento era que no le hicieran nada - ¡vete! ¡No quiero que te hagan daño!
- Lárgate niñato, esto no te importa en absoluto - contestó uno de los hombres mientras, dejaban de mirar a Louis, y volvían a acorralarme de nuevo.
- No me voy a ir sin ella.
Louis se acercó a nosotros, con intenciones de quitar cualquier obstáculo que de por medio se encontrara. Quedaban pocos metros para que ambos estuviéramos juntos, pero dos de ellos se pusieron delante de él, bloqueando su paso.
- Vamos a ver niño, que te largues - dijo uno de ellos, acercándose a él con chulería.
- Vamos a ver, que no me voy sin ella.
Mal hizo Louis imitando a aquel hombre. Le dio un puñetazo en el ojo, por el cual Louis se vio obligado a retorcerse de dolor unos instantes. Yo me llevé las manos a la boca. Mis ojos comenzaban a inundarse en lágrimas mientras veía que los otros dos hombres que cerca de mí estaban, fueron a ayudar a sus camaradas a pegarle una paliza a Louis. No sabía que hacer. Pero tenía que pedir ayuda. Cogí mi móvil con la esperanza de que Zayn me cogiera el teléfono. Uno, dos, tres pitidos. Maldito Zayn coge el puto teléfono. Vi como uno de los tíos sacaba una navaja. Esto se me iba de las manos. Fui corriendo a una de las casas que al lado se encontraban, con la esperanza de que alguien se ofreciera a llamar a la policía, o de ayudar a Louis, simplemente. Golpeé con fuerza una de las puertas, pidiendo auxilio. Un hombre, aproximadamente de la misma edad que los locos borrachos que le estaban pegando una paliza a Louis, abrió la puerta, en pijama, mientras sostenía una taza de café. Le expliqué la situación lo más rápido que pude, y el hombre se envalentonó, dejó la taza de café, y en zapatillas fue a intentar separar a esos hombres de Louis. Con el jaleo, varios hombres y mujeres de más casas se asomaron, y otros pocos salieron en rescate de Louis y aquel hombre valiente que había salido en su rescate al principio. Me senté en la acera, dejando que mis lágrimas salieran sin cesar. Me temblaba todo el cuerpo. Encogí mi cabeza en mis piernas, mientras tarareaba una canción para intentar dejar de sentir toda aquella situación. Cuando volví a mirar a todos, la policía había llegado. Estaban arrestando a los hombres, y Louis estaba siendo atendido por una mujer de las muchas que salieron a mirar toda la pelea. Me sentí idiota. Tras varios minutos, yo no me atrevía a levantarme, además de que tampoco es que pudiera. Todos fueron entrando, aunque varios insistieron a Louis, para que yo y él nos quedáramos en sus casas, y él con una de sus amables sonrisas, les decía que no, que otro día nos pasábamos a visitarles. Las personas que a mí se acercaron, a parte de los agentes de policía, al preguntarme qué tal estaba, lo único que decía era un 'gracias por salvarlo'. Volví a esconder mi cabeza en las piernas, llorando de nuevo. Tres toques en mi cuello.
- ¿Estás bien?
- Sí...
Se sentó a mi lado. Ninguno hablamos en varios minutos. Aunque yo, yo no sabía que decir. Por fin me digné a mirarle a la cara y me topé con su mirada fija en mí. No la apartó cuando posé mi mirada en la suya. Le miré toda la cara. Tenía varios cortes por la cara. El ojo morado. Varias tiritas en las cejas. Y de nuevo, al verle en ese estado, mis lágrimas comenzaron a caer.
- ¿Tienes algo más a parte de esto? - pregunté.
Vi como se tocaba el abdomen.
- Moratones por las patadas, nada más.
- Louis me doy asco en este momento.
- Al que le han pegado ha sido a mí, no a ti, tú estás preciosa, incluso con los ojos hinchados. Se te nota más el azul de los ojos, ¿lo sabías?- no sé por qué, pero reí al escucharle.
- Lo siento.
- No pasa nada.
- Te pegaron por mi culpa.
- Me dio la gana de que así fuera.
Risas sin un motivo concreto aparecieron.
- Gracias.
- ¿Antes lo sientes y ahora lo agradeces? - rió levemente.
- Me has salvado.
- De nuevo.
- Gracias Louis, en serio.
- No me las des, que para eso estoy.
- No, estás para animarme en cosas normales, no para meterte en peleas de este calibre.
- Jajajajaja.
- ¿Cómo supiste que estábamos en Bradford?
- Twitter.
- Joder con las fans...
- Son mejor que un buscador.
- Sí.
Más risas y sonrisas tontas.
- ¿Cómo puedo agradecerte esto? Ha sido demasiado.
- Mm...se me ocurren varias cosas.
- ¡Pide!
- Vístete conmigo de zanahoria.
- Mmm...no sé yo eh - reí.
- Entonces cierra los ojos.
Atrevida de mí que los cerró. Imbécil de mi cerebro, que no me quiso advertir de lo que pasaría.
(NARRA ANA)
Por más que intentaba conciliar el sueño, no podía. No hacía más que dar vueltas en la cama, y me daba pena por el pobre Harry, porque lo acabaría despertando. No aguanté más. Lentamente me levanté de la cama, con intenciones de ir a la cocina, a tomarme un vaso de leche, a ver si así podía dormir algo. Abrí la puerta asegurándome de que no había nadie merodeando aún por la casa. Todo despejado. Bajé por las escaleras frotándome la cabeza. Aún no entendía por qué no podía dormir, o quizás sí, pero no tenía ganas de pensar, era muy tarde. Encendí la luz de la cocina. Una luz que me cegó durante varios segundos. Busqué un vaso para echar la leche.Y las vi. Unas tacitas de colores que según me había dicho Niall, usaba cuando venía con sus primos en verano. Vi en especial una, en la que había una pequeña bandera irlandesa, y su nombre, un gran 'Niall Horan' inscrito en ella. No sé por qué la cogí. Pero lo hice. Con una sonrisa estúpida en la cara eché la leche y la puse a calentar. Unas galletas no vendrían mal. Me puse a buscar por los armarios, a ver si encontraba alguna. Pero un leve 'joder' salió de mi boca, cuando miré por tercera vez en otro armario, y no las encontraba.
- ¿Qué buscas? - una pequeña voz proveniente de detrás me hizo sobresaltarme. La voz de la persona por la cuál, probablemente, hoy no podía dormir.
- Galletas.
- Están en este bote - me ofreció por la espalda un bote gris, pequeño.
- Gra-gracias.
Me di la vuelta y ahí los vi, sus ojos azules y su pelo rubio. Me ruboricé por unos instantes. Ambos nos quedamos parados, juraría que él iba a decir algo, cuando el pitido del microondas lo frenó. Salí corriendo en busca de mi taza, y me dio vergüenza cogerla al recordar que era la suya, pero aún así la cogí, y me senté en la mesa.
- ¿Tú tampoco puedes dormir? - pregunté abriendo el bote.
- No, no sé por qué la verdad - una leve carcajada salió de su boca.
Me quedé pensando. ¿Se lo digo? No estaría mal. No perdía nada. Mejor ahora, que nunca.
- ¿Puedo hablar contigo?
Niall se dio la vuelta con una mirada confusa, y se sentó delante de mí, cogiendo alguna de las galletas de aquel bote gris.
- Claro, dime.
- No te enfades con Lucía, ¿vale? - esbozó una pequeña sonrisa - Me ha contado lo que hablaste con Liam de mí.
Silencio. Eso fue lo que se oyó durante unos segundos.
- ¿El...qué exactamente?
- Que te parezco guapa, que podríamos ser grandes amigos, todo eso...
Suspiró. No sé por qué lo hizo.
- Era un comentario normal, como los que hacen Louis o Liam.
- ¿En-entonces...yo no te gusto?
- Jajajaja, qué tonterías dices - agachó la vista levemente.
- Va-vale.
Me levanté de la mesa con un dolor en el pecho. Dejándolo ahí, en la mesa, con la palabra en la boca. Conforme subía las escaleras, mis lágrimas comenzaban a caer. ¿Por qué? ¿Me había echo ilusiones con gustarle? No. Se supone que estoy con Harry. Quítate a Niall de la cabeza, decía mi cabeza. Llegué a la habitación y pegué un portazo. Acto seguido me arrepentí, seguro que había despertado a Harry. Pero para mi sorpresa, él ya estaba despierto.
- ¿Dónde fuiste?
Me di la vuelta con los ojos encharcados en lágrimas. Se acercó a mí en una carrera, poniendo las manos en mi rostro.
- ¿Qué ha pasado? - un tono de preocupación ocupaba su voz.
- Tengo que hablar contigo.
Ambos nos sentamos en el borde de la cama. Me agarró las manos fuertemente, mientras hablaba. Se lo conté todo. Con pelos y señales.
- ¿Te gusta Niall?
- ¡No!
- ¿Entonces?
- Cuando era una simple fan, siempre eras tú. Pero Niall era la clase de amigo que necesitaba siempre en mi vida. Quizás siendo fan pude dudar entre los dos. Pero cuando te vi, cuando, cuando me rozaste la primera vez... Sabía que eras tú.
- Ana, si él te gusta, dímelo.
- No me gusta. Harry, sabes que te quiero a ti.
- ¿Entonces por qué te ilusionaste con ese comentario?
- No lo sé.
- ¿También te ilusionas cuando Zayn te lo dice? ¿O Louis? No me digas que tienes pensamientos raros con las amigas que te lo dicen.
Le pegué un leve golpe en el brazo.
- Eres idiota.
- ¿Quién es la que ha pegado un portazo a las 4 de la madrugada?
- Perdón.
- Tú siempre estás perdonada.
Sonrisas tontas.
- Harry te quiero.
- Sabes que yo más, princesa.
- ¿Esto va a ser para siempre? ¿Lo prometes?
- Lo juro con mi vida.
Y eso me bastaba. Eso me bastaba. Harry amainó el mar turbulento de dudas que mi cabeza tenía, y dejó en su lugar, un mar en calma, un mar que decía con cada una de sus partículas de hidrógeno y oxígeno, que el poseedor de mi corazón, quisiera yo, o no quisiera, era él. La persona que en aquel momento me estaba besando. La persona con la que dormía desde hace un mes aproximadamente. Harry Styles.
(NARRA LUCÍA)
Un móvil vibrando me despertó. Por el sueño que tenía, era bastante temprano. Miré a la mesita de noche, y el móvil era de Liam. Vi que era un mensaje de Zayn. Zayn...un escalofrío batió mi cuerpo. ¿El por qué? No lo sabía. Quise creer que era por que alguna pequeña corriente de aire había pasado en aquel momento por la habitación, ya que la ventana la teníamos abierta. Fui a levantarme cuando sus manos me frenaron en seco.
- ¿Dónde te crees que vas? - adoraba la voz matutina de Liam. Me enamoraba más de lo que ya estaba de él.
- Pues...no sé, a levantarme - reí, mientras me colocaba frente a él.
- No, quiero que te quedes.
- Me apetecía llamar a Maribel.
- Es cierto, hace tiempo que no hablamos con ellos - miró la hora en su teléfono - ¡eh! son las ocho y media. Demasiado temprano.
- Idiota. ¿Bajamos a desayunar?
- No, Lucía.
- ¿Qué?
- Llevo toda la noche pensando...
No me gustaba ni la frase, ni el tono con la que lo había dicho.
- ¿En-en qué?
- En que a veces pienso que, que te gustará otro en cualquier momento. Y que te irás de mi lado...
- ¿Eres bobo? - le miré fijamente - jamás haría eso.
- No, claro que no lo harás - rió - ¿Sabes qué?
- ¿Qué?
- Hoy soñé que salías con Zayn.
- Joder.
- Jajajajaja, te soltaba un discurso muy bonito delante de millones de fans en un concierto y volvías conmigo.
- ¿Cómo era el discurso? - me mordí el labio sonriendo.
- Mmmm... El momento era algo así.
Se levantó, cogió un peine a modo de micrófono, y comenzó a hablar.
- Lucía. Ahora yo miraba a Zayn - aclaró haciéndome reír - es mía. Y te voy a decir por qué. Sé la sonrisa que tiene, y las maneras que tiene de dar cada paso. La he visto seria, la he visto ser ella misma. Y todo eso que siempre cuentas, de que hay que ver como bebe, o como baila y de lo fácil que parece a veces enamorarse. Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo de seguir vivo. Todo ese rollo de que los besos, de ciertas bocas saben mejor, eso es algo que sé desde el día en que vino, me pidió un abrazo, le di un beso y me lo devolvió diciéndome su nombre. No sabes lo que es, estar deprimido, tener ganas de desaparecer de la faz de la tierra, y que ella aparezca de repente y te diga 'venga, siéntate, ponte uno de mis cascos, y me cuentas'. No sabes qué siento cuando me despierto, la veo, me sonríe, bosteza y me abraza. Así que empieza a darte cuenta, de que soy el primero que entiende que pierdas la cabeza por sus piernas, el sentido por sus palabras, y los huevos, por un mínimo roce de mejilla - no podía hacer más que sonreír dejando que pequeñas lágrimas salieran de mis ojos - Que todas las incomodidades de orgullo que pueda provocarte el que pase por tu lado, son algo que ya tengo en cuenta. Cuando ella cruza por el cielo, sólo el tonto mira al cielo. También sé como agacha la cabeza ligeramente y levanta la mirada mientras se muerde el labio. Conozco su voz en formato secreto, en formato susurro y en formato gemido. Me sé todas sus cicatrices, el sitio donde la tienes que tocar exactamente para conseguir que se ría, lo de sus fanatismos y amistades, y la forma que tiene de rozar las cuerdas de la guitarra aunque jamás haya tocado una. Yo también me he memorizado su número de teléfono, pero también el número de los escalones que posee su cuerpo, y el número de veces que afina una guitarra antes de dártela para que lo hagas tú con una sonrisa. Esa sonrisa de niña pequeña que nos encanta. ¿Verdad? En este momento Zayn me miraba totalmente perplejo - risas aparecieron entre mis lágrimas - Y luego yo decía... ¡Ah sí! Por tu cara supongo que no has visto esa sonrisa en la vida. Conozco su última pesadilla, y las mil anteriores. No tengo narices a decirle que no a nada de lo que ella me pida, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna. Que sé la cara que pone cuando quiere ser completamente ella, y la he visto hacer competencia a cualquier amanecer por la ventana. Por favor, no me habléis de paisajes si no habéis visto su cuerpo. Mis sueños sólo pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre. Que sí tío, que te entiendo. Que tú hablas de ella, y yo de la misma. Pero que razones para quererla tú tendrás, vale, sí, pero ¿yo? yo tengo infintas más que tú. 
No sabía qué decir. Mi cabeza había sido de capaz de memorizar ese discurso. Ese momento. Mis lágrimas estaban de testigos. Sonreí. Más que nunca. Se acercó a mí, con una gran sonrisa, haciendo que me tumbara en la cama. Las tornas cambiaron; yo me postré sobre él, sin dejar de sonreír.
- Eres totalmente increíble, Liam.
- Porque aprendí de ti.
- Quiero que esto sea eterno.
- Jamás lo dudes.
- Baby you light up my world like nobody else. 
- You've got that one thing.
And the black keys never looked so beautiful, and a perfect rainbow never seemed so dull.
- Cántame de nuevo eso y te como.
- ¿A besos?
- Supongo.
- And the lights out, never had this bright of glow. And the black keys, showing me a world I never knew a world I never knew. 
- Te lo ganaste.
Mil besos fueron los que aparecieron entre él y yo en milésimas de segundo. Y cada uno de ellos, era más perfecto que el anterior. 

sábado, 25 de febrero de 2012

Capítulo 40 #

(NARRA LIAM)
Las chicas tras un largo tiempo en el baño, bajaron al salón con nosotros. En ese momento sólo estábamos Niall y yo, ya que todo el mundo se había ido. Decidimos no salir por si Harry y Louis volvían, así que encargamos unas pizzas y estuvimos charlando mientras comíamos.
- Creo que os habéis pasado con la comida - dijo Ana mirando las cuatro pizzas.
- Que no, es que yo tengo hambre - dijo Niall cogiendo un trozo de cada una.
Todos reímos viendo como Niall no paraba de comer, y todos cogimos también un trozo de la que preferíamos y comenzamos a comer. Las pizzas las pedimos del Telepizza, y estaban bastante buenas. Dos de jamón y queso, una de cuatro quesos y otra de bacon. Las chicas no comieron más de una pizza completa, y entre Niall y yo, nos terminamos las otras tres.
- Vais  a explotar - dijo Lucía riendo.
- No, no, yo creo que no - dije riendo mientras me colocaba en el sofá.
Lucía se sentó a mi lado, apoyando su cabeza en mi hombro, mientras veíamos una película que estaban pasando en la televisión. Niall y Ana, bueno, se sentaron juntos en el sofá de al lado. De vez en cuando veía como Niall acariciaba el brazo de Ana. Lucía y yo tosíamos disimuladamente, nos miraba, y dejaba de hacerlo. El ver una película en una cadena española, era todo un reto para nosotros. Niall entendía una gran cantidad de las frases, pero yo no cogía ni una, y Lucía tenía que ir traduciendo más o menos lo que iba pasando. Llevábamos más de una hora de película, cuando Louis y Harry aparecieron por la puerta. La imagen que vieron no fue del todo agradable. Ana se había quedado dormida en el pecho de Niall. Y éste, estaba dormido también, con su mano apoyada en la cintura de Ana. Harry le lanzó una mirada fulminante a Louis diciendo 'ya te lo dije', y levantándome lentamente del sofá, ya que Lucía también se había quedado dormida, les dije que me acompañaran a dar un leve paseo.
- ¿A dónde vamos? Que yo no quiero andar más - protestó Harry.
- Pues no vengas. Yo principalmente quiero hablar con Louis - dije.
- Entonces yo voy - rió.
Por el calor que hacía en la calle, decidimos quedarnos dentro de la casa y hablar en la planta de arriba, en mi habitación. Subimos lentamente por las escaleras asegurándonos de que ninguno de los tres se despertara. Harry y Louis entraron en la habitación, y nada más cerrar la puerta, me avasallaron a preguntas.
- ¿Qué pasa? - preguntó Louis.
No contesté. Me dirigí a uno de los cajones, y busqué en uno donde tenía colocada mi ropa interior.
- No me digas que nos vas a enseñar tus nuevos boxers - dijo Harry riendo.
- Pues mira, me he comprado unos que son una pasada - reí - pero no, no es eso.
Saqué unas fotos de entre los calcetines. Las miré detenidamente unos instantes y me dirigí a Louis, para dárselas.
- Explícame esto.
Louis se quedó totalmente petrificado al ver las fotos. Las cogió bajando la vista a la vez que bajaba las fotos.
- ¿Dónde las has conseguido?
- Se te cayeron el otro día. ¿De cuándo son?
- De hace tiempo.
- Louis... - dijo Harry mirándolas - son de antes de que viniéramos a España.
- Pues eso, hace tiempo.
(NARRA LOUIS)
- ¿Para ti 'hace tiempo' cuánto es? - me preguntó Liam, sentándose a mi lado.
- No estaba con Zayn cuando hicimos estas fotos.
- Las fotos no es lo importante, Tommo - me dijo Harry - las frases de detrás.
Cogí las fotos con mala gana y les di la vuelta. Me quedé de nuevo de piedra, no recordaba aquellas frases. Decían cosas como 'tú y yo, y que le jodan al mundo', ó 'el tiempo pone a cada persona en su lugar, y yo sé que a ti te pondrá junto a mí'. Me llevé las manos a la cara.
- Son de cuando nos fuimos a la playa - dije en un susurro.
- Eso no es de hace tanto Louis, allí os... - interrumpí lo que Liam estaba a punto de decir.
- Ya lo sé. Cuando estábamos allí, la daba por mía. No quería aceptar que ella fuera de Zayn. Y aún no pienso aceptarlo - guardé las fotos en mi chaqueta.
- Louis, en serio. Olvídate de ella. Si Zayn ve esto... - añadió Harry.
- Es que me da igual. Son frases que escribimos como amigos, no pensando en ser algo más.
- Pero encima, las fotos, salís siempre acurrucados y muy cerca. Joder Louis... - Liam miraba al suelo.
- Que no pasa nada... Además, ya me estoy olvidando de ella, sí...
- ¿Cómo? - preguntaron ambos.
- Conocí a  una chica. En la playa, cuando estuvimos Maribel y yo allí. Se llamaba...- paré intentando recordar su nombre - Mary. Sí. Era una chica genial, conseguí su número. Quizás la llame.
- ¿Y con ella te olvidarás de Maribel? - preguntó Harry.
- Eso creo...
- ¡Entonces a qué esperas! ¡Llámala! - dijo Liam más animado.
- Es que no sé si quiero.
- Lou, no queremos verte triste. ¿Vale? Así, que dame esas fotos, que yo me encargo de que Zayn nunca las vea, llamas a Mary y todos felices. - dijo Liam intentando coger las fotos.
- Puedes estarte quie...
Alguien abrió la puerta de repente. Lucía. Estaba alterada y todos nos miramos preocupados.
- Chi-chicos, tenéis que ver esto.
Todos salimos corriendo de la habitación hacia el salón. En él, Niall y Ana estaban sentados frente la pantalla de un portátil. En Twitter parecía que estaban metidos.
- ¿Qué ocurre? - preguntó Harry preocupado.
- Mirad estas fotos.
Tomamos asiento en frente del portátil, con Ana al lado, seleccionando algunos tweets. Unas fotos, de Rebecca y Zayn ocuparon toda la pantalla. Se les veía en una cafetería, charlando. Ana fue pasando fotos, pero hubo un momento en que paró de hacerlo.
- No puedo - dijo.
- Tienen que verlas, ¡tenemos que hacer algo para que ellos no las vean! - dijo Niall.
Ana le miró con gesto triste y pasó a una nueva foto. Una que no esperaba ver.
- Qué coño es ... - interrumpí el comentario de Harry.
- Eso es, yo, cogiendo un avión a Londres, en busca de Zayn para pegarle cuatro hostias.
Me levanté del sofá, lleno de ira. Ninguno intentó detenerme, puesto que Harry les había dicho que no me iba a estar quieto. Cogí mis llaves, cogí mi móvil y marqué el número de un taxi. Y mientras salía dando un portazo de aquella casa, dejé a todos estupefactos, mirando una foto en la pantalla de un ordenador, en la que Zayn y Rebecca, se estaban besando.
(NARRA MARIBEL)
La tarde estaba pasando rápidamente. Decidimos ir a comer a casa de la madre de Zayn, antes de irnos a España. Pasamos la tarde allí, tomando café y pasteles, hablando y charlando. Era una familia muy agradable. Llegando la noche, decidimos irnos. De camino a la casa, vimos el lugar dónde fuimos a la fiesta y reímos, pero no hicimos ademán de querer ir. Mirando la noche tan bonita que se estaba posando en Bradford, llegamos a la puerta de la casa.
- Creo que voy a ducharme - dijo Zayn.
- ¿Sí? Vale, yo voy a meterme un rato en el portátil.
- Enganchada.
- Idiota.
Reímos, le besé y él subió rápidamente al piso de arriba para meterse en la ducha. Yo me quité los tacones que llevaba, y lentamente subí por las escaleras. Llegué a la habitación y me desplomé en la cama, no sabía por qué estaba tan cansada. Cogí el portátil y abrí el Twitter, con intenciones de ver cual era el tema del momento. Me pareció un ver un tweet que hablaba de mí y de Louis, pero sonó un teléfono y aparté la mirada de la pantalla del ordenador. El móvil que sonaba era el de Zayn. No dudé mucho en contestar, y lo cogí.
- ¿Diga? - dije animada.
- Hola. ¿Si no me equivoco, eres la hermana de Zayn, cierto? Bueno, dile a tu hermano, que cuando pueda que me llame, que ya voy para Bradford, tardaré un cuarto de hora. A la hora que acordamos. Así que, nada, que me recoja en la estación, que no se le olvide. ¡Ah! Y que a Maribel no le diga nada, no quiero problemas antes de tiempo. ¡Hasta luego bonita!
No me dio tiempo a contestar. Colgó el teléfono rápidamente, y no pude saber quién era. El número que ponía en la pantalla era desconocido. Dejé el móvil en la mesa con dificultad. Cerré el ordenador. Cogí las llaves. Me coloqué los tacones, y salí de aquella casa sin hacer algún tipo de ruido. Un dolor me reconcomía el pecho mientras andaba por las calles desconocidas de Bradford. ¿Quién sería la chica? ¿Rebecca? No, ella conocía mi voz. No me habría confundido con su hermana. Cuanto más pensaba en aquella conversación, más me dolía el corazón. Cogí el móvil con intenciones de llamar. 'Ana' busqué. Marqué el número. 'El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura, por favor, inténtelo de nuevo más tarde'. Genial. 'Lucía', busqué de nuevo. Volví a marcar el número. Y de nuevo la puñetera máquina salió hablando en vez de ellas. ¿Dónde estaba todo el mundo? Increíble. No sabía a quién más llamar. Me sentía tan sola en Bradford aquel momento. Y parece que cuatro tíos que no estaban del todo sobrios, se dieron cuenta del pequeño detalle, de que yo me había perdido por no haber prestado atención de por donde iba.
- ¡Eh guapa! ¿Dónde vas tan sola? - dijo uno de ellos. Los cuatro se acercaban con sonrisas en sus rostros.
- A-a mi casa.
Miré hacia atrás pensando que no habría andado tanto. Pero sí que lo había echo. No veía la pista de baile si quiera. Estaba totalmente perdida en mitad de la noche.
- Te acompañamos si quieres - dijo otro de los hombres.
- No-no hace falta - comencé a andar hacia atrás. Empezaba a sentir miedo.
- Que sí guapa, nosotros te acompañamos - de repente me rodearon, miraba a todos lados, pero no veía un hueco para escaparme.
- No-no hace falta en serio, sé donde está.
- ¿Te acompañamos a la fuerza o te dejas? - comentó un tercer hombre.
- Por dios, qué buena estás. Esos vestidos tan cortos te quedan muy bien, ¿lo sabías? Me pregunto cómo estarás sin él - dijo el que creí que era el 'jefe' de aquella banda de locos borrachos.
- De-dejadme ir por favor.
- ¿Qué ganamos nosotros con eso? Si te dejamos, sería como si un león dejara escapar a sus presas. No ganaría nada. Es más, perdería mucho.
- Pero no sois animales - dije nerviosa. Ya no sabía ni qué decía - Por-por favor, no tengo dinero para daros, no me hagáis daño...
- Tienes algo que nos interesa más que el dinero o un móvil de última generación - dijo uno de los que me rodeaba por detrás mientras me pegaba en el trasero una palmada. Me aparté corriendo de él y me choqué con los que había delante. Estaba totalmente perdida. No tenía escapatoria alguna.
- No. Ella no tiene nada que te interese. Pero a mí personalmente me interesa pegarte un puñetazo en la cara de gilipollas que tienes por tocarla.
Entre los cuatro hombres borrachos que me rodeaban lo vi. Podía haberme ido a salvar cualquiera de las 293.717 personas que en Bradford residen. Pero no, me tuvo que salvar él. La última persona que esperaba ver allí de pie, plantando cara a cuatro tíos que probablemente, fueran mayores que él. 

viernes, 24 de febrero de 2012

Capítulo 39 #

- Maribel. Maribel. Maribel.
Una voz lejana decía mi nombre en mitad de mi sueño. Intentaba ignorarla, pero por más que quería, esa voz se iba haciendo cada vez más intensa, hasta llegar un punto en que Zayn, que era el que me estaba llamando, se había pegado en mi oído, diciendo mi nombre con un tono elevado en la voz, sin dejar de zarandearme y reír.
- Maribel, que te despiertes.
- Joder, ya voy - dije abriendo lentamente los ojos.
- Quiero que me expliques todo el discurso que has dado durmiendo.
Con las risas de Zayn de fondo, miré el reloj. Marcaba nada más y nada menos, que las 5 de la madrugada.
- ¿Para qué me despiertas a estas horas? ¿Estás loco?
- Princesa, si es que no me dejabas dormir a mí, con tanta charla. Así, que si yo no duermo, tú tampoco - y al terminar de decir esto, me plantó un dulce beso en los labios.
- ¿Qué decía? - me incorporé en la cama, mirándole curiosa.
- Tita Maribel, Enrique, Emma... ¡ah sí! Boda de Lucía, embarazo... - me miró riendo - estás loca. Vaya unos sueños más extraños tienes.
- No estoy loca. Es lo que mi yo interior quiere cumplir.
- Jajajaja, ¿te crees que yo no? - se acercaba lentamente a mí, con una sonrisa en su rostro.
- Pues...por tu tono de voz, creo que no - reí levemente mientras me acercaba a él también.
- ¿Sabías que eres perfecta?
- ¿Y tú tienes la más remota idea de lo que te quiero?
Besos, besos y más besos. Eso fue lo que nos deparó toda la noche. Risas, confesiones tontas, retos sin sentido, peleas por las sábanas. Los momentos así con Zayn eran algo que adoraba. Tras varias horas, vi cómo el sol, comenzaba a adornar la ciudad de Bradford.
- Bueno princesa... hoy traes tú el desayuno, ¿verdad? - preguntó Zayn recostándose en la cama.
- ¿Estás loco? Tú me has despertado a las 5 de la madrugada, tú vas a por el desayuno - contesté riendo.
- ¿Y me niegas el haberlo pasado bien desde que te desperté?
- No, no lo niego - dije riendo - anda, ve, que cuanto antes te muevas, antes lo traes.
- Eso deberían ser palabras que te consuelen a ti, no a mí.
Entre risas me dio un pequeño beso y salió de la habitación. Me quedé mirando la ventana. ¿En serio había soñado todo aquello? ¿Y cómo había podido llegar a montar toda esa paranoia en una sola noche? Bodas, hijos, conciertos, Eleanor ... Eleanor ... Me dolía el pecho cuando decía ese nombre. Creo que sabía el por qué de aquello, pero no. Joder Maribel, concéntrate. Estás con Zayn. Céntrate, joder. Me golpeé lentamente la cabeza mientras la sacudía de un lado a otro. Escuché como Zayn tarareaba en la cocina, mientras preparaba lo que sería el desayuno y con una sonrisa, fui al baño a peinarme un poco. Sonreí en el espejo al oír entrar a Zayn en la habitación. Salí del baño, con una sonrisa. Traía en sus manos una bandeja con dos vasos de zumo, tostadas, cereales, y algún que otro capricho más.
- ¿Qué es eso? - pregunté señalando una especie de bizcocho que había en un platito, mientras él dejaba la bandeja sobre la cama.
- Es un pastel que hizo mi madre cuando teníamos que haber ido a comer con ella y... no fuimos.
Ambos reímos y comenzamos a desayunar, a nuestro ritmo. Entre la charla y las risas, tardamos aproximadamente una hora. Al terminar, con cuidado Zayn dejó la bandeja lo más alejada que pudo de la cama, acercándose a mí con una sonrisa pícara, que dejaba bien clara sus intenciones.
(NARRA LOUIS)
Hacía un par de días que Maribel y Zayn estaban totalmente desconectados del mundo. No sabíamos nada de ellos, y comenzaba a preocuparme. Llamaba a Maribel al día, unas seis o siete veces. ¿Que cuántas llamadas me devolvía? Cero. Empezaba a plantearme la opción de olvidarme de ella como 'algo más' y fijarme en Eleanor. De echo, ya empecé con aquella misión imposible. Harry y yo habíamos planeado el salir a comer los dos solos, necesitaba pasar algún tiempo con él para que me ayudara. Mi cabeza era un mar de dudas y no es que no quisiera compartir mis problemas con los demás, pero es que cuando hablaba con ellos, casi siempre cada uno de ellos me decía cosas distintas y siempre acababa con más dudas que al principio.
- Vamos Harry - dije mientras golpeaba la puerta de la habitación donde estaba encerrado con Ana.
- Que ya voy - contestó entre risas.
Al cabo de unos minutos y con Ana abrazada a él, salió con una sonrisa en el rostro. Nos despedimos de todos y salimos de la casa.
- ¿A dónde vamos? - me preguntó.
- Pues...podemos ir al McDonal's. Otro sitio aquí, no conozco.
- ¿Queda lejos?
- No, no, está cerca de aquí. Lo vi la otra mañana.
- Perfecto - empezó a aminorar el ritmo de marcha, eso significaba que quería hablar bien de las cosas graves antes de llegar - a ver, ¿qué te ocurre exactamente?
- Dudas. La quiero a ella, Hazza.
- Pero tienes que aceptar que está con Zayn.
- Es que no quiero aceptarlo. Aunque parezca que no, yo puedo darle más que él.
- ¿Más? ¿En qué sentido?
- Pues en todos los sentidos. Es que Zayn es muy...
- Mujeriego.
- Exacto. Sabes que le gusta ir de flor en flor.
- Y a mí también me gustaba, y mírame ahora, envuelto en una relación totalmente seria con Ana.
- Sí, pero no sé... A veces tengo la impresión de que Maribel, para Zayn, es una más.
- Pues no sé cuando te puede dar a ti esa impresión. Yo cuando los veo, siento que se quieren y mucho.
- Yo no digo que no se quieran. Pero estoy seguro de que yo a Maribel la quiero más que Zayn.
- Eso no lo puedes afirmar.
- He dicho que estoy seguro - le lancé una mirada fulminante y ambos reímos. Cada vez veía el gran cartel de la 'M' más cerca.
- Creo que deberías hablar con ella.
- ¿Con ella? ¿Para qué? - le miré confuso.
- Pues por el mero hecho de que, ella es tu mejor amiga.
- Harry, no me ayudas.
- Lo que quiero decir, es que deberías hablar con ella lo mismo que estás hablando conmigo.
- Pero le sembraría dudas en su cabeza, yo no quiero que haya problemas entre Zayn y ella por mí.
- Entonces creo que no la quieres tanto y ella es un capricho, pero para ti, no para Zayn.
Y una pequeña parte de mí, decía que Harry tenía razón.
- Bueno... cambiando un poco de tema. ¿Qué tal estás con Ana? ¿Bien, no? - pregunté intentando olvidar lo que esa pequeña parte de mí decía.
- Pues sí, estamos bastante bien, pero...
- ¿Pero...?
- Creo que Niall me la quiere quitar.
- ¿Que qué? - dije esbozando una pequeña risa - el pequeño duende nunca haría eso.
- Es lo que creo. Últimamente la mira de forma diferente a como siempre la ha echo, y se trae muchos secretos con Liam. Yo creo que él la quiere a ella, que se van a hacer amigos sólo para luego quitármela.
- Hazza - le cogí del brazo - tío. Ana está totalmente enamorada de ti. ¡Jamás dudes eso, tío! Te quiere más que a nada. Y estoy seguro de que si tiene que elegir entre tú y Niall, te elegiría a ti, porque después de todo, tú siempre has estado antes, y te ama, tío, en serio.
- Eso espero sinceramente, porque si no la tengo a ella yo...
- Lo sé.
- Es perfecta.
- ¿En todos los sentidos, no? - dije con voz pícara.
- ¿Te has enterado ya?
- Idiota, me mandaste un mensaje esa misma noche - dije riendo.
- Es verdad - rió - sí, tío, es perfecta.
- ¿Sientes cuando estás con ella que nada más tiene importancia?
- Siempre.
- Entonces te puedes hacer ya una idea de por qué yo no quiero olvidarme de Maribel.
(NARRA LUCÍA)
- ¡Ana! - grité mientras recorría todas las habitaciones.
- ¡Dime! - contestó desde el baño.
- Vaya, por fin te encuentro - reí - ¿puedo pasar?
- Sí claro, pasa, me estoy planchando el pelo.
- ¿Dónde están Harry y Louis? - dije cerrando la puerta a mi paso.
- Salieron a comer fuera.
- Vale. Yo eh...tengo algo que contarte.
Dejó la plancha sobre el lavabo, mirándome por el reflejo del cristal.
- ¿Sobre qué? - preguntó sonriendo.
- Sobre Niall.
- ¿Niall?
Se giró rápidamente mirándome fijamente.
- Creo que le gustas.
- ¿Estás de cachondeo? Estás de cachondeo.
- No.
- ¿Y de dónde sacas esa paranoica idea? - dijo riendo mientras de nuevo se daba la vuelta hacia el espejo y seguía con la plancha.
- A que lo he oído de su boca.
Un leve golpe de una plancha cayendo sobre un lavabo de un  baño de una casa de Marbella, fue lo que se oyó. Ana me miró con los ojos como dos platos.
- ¿Qué? - gritó.
- Shhhhhhhh. Se lo ha dicho a Liam.
- ¿Pero qué...? ¿Qué ha dicho? - preguntó en un susurro.
- 'Ana es muy guapa, ¿verdad Liam? Creo que ella y yo tenemos muchas cosas en común. No tengo ni la menor idea de por qué, pero creo que esa chica y yo podíamos llegar a ser grandes amigos, incluso algo más'.
- Pero si él sabe perfectamente que estoy con Harry.
- Y yo sé perfectamente que antes de que todo esto nos ocurriera, tú amabas tanto a Niall como a Harry. Pero Harry para ti siempre destacó.
- Exacto. Porque Niall lo veía para mí como la clase de chico que podría ser un gran amigo, mi mejor amigo, pero nada más. ¿Estamos locos?
- ¿Afirmas que jamás elegirías a Niall estando Harry de por medio?
- Claro, si está Harry, está Harry. No Niall. Parece mentira que me conozcas eh Lucía.
- No, en serio. Ponte en la maldita situación. ¿Le rechazarías?
Ana se quedó pensando unos minutos. Miró al suelo, borrando cualquier rastro de felicidad que en su rostro pudiese haber. Finalmente me miró seria, muy seria. Sabía que ese gesto, era el que Ana normalmente hacía a antes de, probablemente, ponerse a llorar.
- No...yo no...no sé.

Inicio de segunda temporada.

¡Bienvenidos de nuevo! A ver... mucha gente se quedó con la cosa de que la novela había terminado, plam plam plam... Hice una nueva, pero ni de broma tiene la misma aceptación que esta ha tenido, y para qué os voy a engañar, echo muchísimo de menos escribirla. Así que nada, SEGUNDA TEMPORADA. He cambiado varias cosas en el blog, como podréis ver. El capítulo 1 de la segunda temporada lo subiré en un rato, y espero que os guste, porque más o menos se lo comenté a dos o tres personas y les gustó mucho la idea. Así que nada, espero que os agrade ¡ y que os alegréis de que 'Stole my heart' vuelva ! Os quiero :) xx.

martes, 14 de febrero de 2012

Capítulo 38 # FINAL.

- Sí, sí quiero Zayn.
El estado estalló en aplausos, gritos y silbidos, y por la parte del escenario tres cuartos de lo mismo. Zayn se levantó sonriendo, y me colocó el anillo. Todo el estadio, incluyendo a los chicos y las chicas que estaban a nuestro lado, comenzaron a gritar algo parecido a un 'que se besen, que se besen'. Ambos sonreímos, el corazón me iba a mil por hora. Me acercó a él sin dejar de sonreír. Al mirarle a los ojos parecía que los tenía húmedos. Sonreí ante ese echo y junté mi frente con la suya.
- Gracias...
- Gracias a ti - susurré.
- ¿Por qué?
- Por existir.
- Te quiero.
- Te amo.
- Dime que esto es para siempre.
- Hasta que la muerte nos separe.
Reí y nos fundimos en un beso, cálido y dulce, pero que mostraba un altísimo grado de felicidad. No dejaban de aplaudir y Zayn y yo no dejábamos de sonreír. Era mágico. Quizás no había sido en un sitio privado, ni siquiera a la luz de la luna, no había sido detrás de una maravillosa cena, no venía el anillo en una copa de champán, no había sido en mitad de un prado hermoso, quizás no era como muchas sueñan que sea, pero fue delante de millones y millones de personas, puesto que sabía a la perfección que esas imágenes estaban grabadas, y que se harían públicas por internet. Entre risas no tardaron mucho en cantar todos "Stole my heart" y las cuatro la cantamos con ellos. Yo no podía dejar de llorar, pero no era de tristeza, ni mucho menos, si no de alegría. Porque en tan sólo siete meses, había formado mi vida al completo. Y con nada más y nada menos, con la persona que más amaba.

- 10 AÑOS DESPUÉS -

(NARRA MARIBEL)
- Tita Ana, por favor, dile a Enrique que se esté quieto, ¡me está pegando! - refunfuñó la pequeña Emma.
- Jajaja, ¡es que tiene cuatro años! ¡Enrique! Deja a la prima en paz - sonrió Ana.
- Vaya un trasto tienes por hijo - dije riendo.
- Pues exactamente igual que su padre.
Ambas reímos.
- ¿Y Lucía?
- Viene en seguida.
- Está demasiado agobiada con la boda.
- Menos mal que esto hace años que lo pasamos ambas, eh, jajajajajaja.
- Sí, jajajajaja.
- Yo esto del segundo embarazo no lo llevo nada bien eh.
- Jajaja, exagerada. ¡Verás cuando nazca!
- Sí, una niña. Me imagino a los dos peleándose...
- Jajajaja, criaremos a Devonne de forma que no se pelee y sea buena.
- ¡Sí por dios! Se la dejaré a Louis que la críe con chistes de zanahorias.
- ¿He oído bien mi nombre por aquí? - Louis apareció por la puerta de la cocina.
- Boo Bear - me dio un beso en la frente.
- Es increíble que diez años después le sigas llamando así - me dijo Ana riendo.
- ¡Las viejas costumbres no cambian! - reí.
- ¿Qué tal estáis? - se acercó a Ana para abrazarla.
- Bien bien, ¿y tú? - reí.
- ¡Genial! ¿Y los niños?
- Peleándose en el salón - contestó Ana con una sonrisa.
- Allá que voy.
Las dos reímos. Salió corriendo hacia el salón y acto seguido aparecieron Eleanor, Niall, Christinna, Harry, Zayn, Liam y Lucía.
- Vaya, venís todos de golpe - reí.
- Al igual que nos fuimos todos de golpe - contestó Niall sonriendo.
- Ahora que estamos todos - Liam paró de hablar y gritó - ¡LOUIS! Ven aquí zanahorio - Louis apareció con Emma agarrada a la pierna y con Enrique encima de sus hombros - queremos contaros algo.
Todos nos miramos sonriendo. Zayn se acercó a mí y me susurró un pequeño 'te quiero' en el oído justo después de besarme. Harry no se apartaba de Ana en ningún momento con una sonrisa, y todos estábamos ansiosos de saber qué ocurría.
- ¡Estoy embarazada! - gritó Lucía con una sonrisa.
Todos estallamos en aplausos y risas y nos acercamos a ellos sonriendo. Los abrazamos sin dejar de sonreír. Hasta los pequeños se acercaron con Louis.
- ¿Otro primo tita Lucía? - preguntó curiosa Emma.
- Sí, jajajaja. ¿Tú quieres otro primo Em?
- ¡Sí! A ver si así Enrique deja de pegarme.
- Enrique no te pega, es que te quiere mucho - aclaró Harry.
Todos reímos al ver la discursión que Harry montó con Emma. Sin duda esa era una de mis partes favoritas de cuando nos reuníamos todos a comer.
- Sí me pega tito Harry - Em se separó de Louis y fue con gesto de enfado hacia él.
- Que no, si es que es pequeño.
- Y yo también - un pequeño refunfuño se oyó cuando se cruzó de brazos.
- Pero tú eres más grande que él.
- Y por eso no tiene que pegarme, jo.
- Pero si lo hace con cariño - Harry no dejaba de reír.
- ¡Que no! - gritó Em.
- Desde luego son tal para cual - dijo Eleanor entre risas.
- Jajajaja desde luego que sí - contestó Ana riendo.
- ¡Espera bicho! ¡Que me vas a gritar a mí otra vez, jajajajajaja! - ambos salieron corriendo por la casa, Harry detrás de Emma, con nuestras risas de fondo.
- Nosotros nos vamos en unos días - dijo Niall sonriendo.
- Vamos a ir a ver a Helena en Londres - añadió Christinna.
- De acuerdo, pero ¿vendréis a la boda, no? - reí.
- Está claro - ambos rieron.
Me levanté de la silla, con intenciones de ir a buscar mi móvil para hacer una llamada. Tres días antes mi madre me había llamado y ahora era el mejor momento para devolverle la llamada, ya que en unas horas, estaría de nuevo con Ana, ayudando a Lucía en la medida de lo posible. Pero mi intento fue fallido. Lucía y Ana, ésta última con algo de dificultad, vinieron tras de mí, cerrando la puerta de la sala de estar. Por fuera se podían oír aún los gritos y risas de Emma y Harry, y la charla de los demás.
- Es increíble.
- Totalmente alucinante, poneros a pensar. ¡Hace once años éramos chicas normales! - dijo Ana emocionada.
- Ahora también lo somos, sólo que salimos con los que fueron One Direction - contestó Lucía con una sonrisa.
- ¿Os acordáis de como comenzó todo? - pregunté.
Y sí. Las tres habíamos tenido mucha suerte desde hacía diez años. Aunque no estaba segura de que todo lo que me estaba pasando, pudiera atribuírselo a la suerte. O al azar. Ni si quiera al destino. Hace diez años, yo era una fan más, que lloraba por la impotencia de no poder verlos, que deseaba poder ver sus sombras aunque fueran a más de treinta metros de mí. Yo era una chica normal. Con pocos amigos, pero los pocos que tenía eran de verdad. Que compartía miles de sueños e ilusiones con mis mejores amigas. Esa era yo. No era buena en el colegio. No tenía talento musical. Ni si quiera llegaba a aceptarme tal y como era. Y ahora, mirad. Llevo nueve años casada con Zayn, tengo una hija de ocho años, una casa en Bradford. Mis amigas, mis dos hermanas de corazón, también tienen su vida perfecta. Ana lleva casada siete años con Harry, con un hijo de cuatro años y otro en camino. Y Lucía, casada en un mes con Liam y embarazada. ¿Qué más podíamos pedir? Quizás todo haya ido muy rápido, ¡no lo niego! Pero cuando se te presentan oportunidades de este tipo, te cuesta decir que no. ¡Qué digo! No eres capaz de decir no. Por eso quiero deciros, las personas que un día lean mi historia, a ti, que estás leyendo estas palabras, que no dejes de luchar por tus sueños. Que todo se puede cumplir, ¡TODO! Que estas historias no hace falta que se cumplan en nuestra cabeza, ¿por qué no pueden ocurrir de verdad? Nunca dejes de luchar por lo que quieres, ya sea un follow de tu ídolo en Twitter o el conocerlo en persona. ¡Nunca sabes qué va a suceder! Un día te levantas como una chica cualquiera y al día siguiente puedes ser una estrella de cine. ¡No hay nadie detrás de lo que nosotros llamamos 'destino' o 'futuro' escribiendo lo que sucederá! Eso lo forjamos nosotros con nuestros actos. Así, que ten fe. Nunca la pierdas. Y la esperanza tampoco, porque de los sueños más descabellados se pueden sacar historias tan bonitas como a mí me parece esta y de las ilusiones más vagas se pueden crear maravillosos mundos mágicos y de princesas, donde siempre hay un final feliz. No te guíes por tus incapacidades, guíate por tus capacidades. Nunca te dejes abatir por lo que te digan. Jamás dejes de soñar por que alguien te diga que lo hagas. Por que la personalidad, para mí, es sólo lo que expresas querer de tu vida, es el deseo de que tus sueños se cumplan. Así que llegados a este punto de mi vida, sólo puedo decir, que no hay ninguna otra historia, que me haya robado el corazón, como esta.

¡Lectoras! Se acabó lo que se daba. Jajajajajaja, oh, no os pongáis tristes ni por unos instantes. 
Ahora llega el momento emotivo de todo final; los agradecimientos. 
Debo decir, que para mí, el inicio de escribir tal historia sólo era por puro entretenimiento, y porque para mí, esta historia tenía algo de especial, aún no sabía qué, pero quería contarla a quien quisiera leerla. GRACIAS a las que habéis estado desde el principio conmigo, desde el capítulo uno dando opiniones, siendo sinceras conmigo, comentando, gracias. GRACIAS a las que llegaron después, porque son tan importantes como las que están desde el principio. Todas me habéis sacado grandes sonrisas, todas habéis conseguido que me levantara cada mañana con mil ideas para los capítulos. Os añadí a algunas en alguno que otro, intenté siempre hacerlos de manera que os gustara a todas. Es cierto, que desde el primero hasta este, he perdido lectoras. Gente a la que avisaba al principio, dejaron de leerla y aún no sé los motivos. Pero ¿y qué? Las personas importantes para mí, para esta historia, son todas las que están leyendo estas palabras ahora mismo, SÍ TÚ. Las que vivieron el momento en que Niall se siente mal por Christinna. Las que vivieron la proposición misteriosa de Harry. Las que vivieron el día del parque de atracciones de Harry Potter. Las que vivieron cada lágrima que se haya escrito. Las que vivieron el trágico estado de Zayn, físico y mental en uno de los capítulos. Las que han sonreído con 'Vuelve conmigo' de Pablo Alborán. Las que han vivido la proposición de matrimonio de Zayn. Las que han vivido esta historia como yo. GRACIAS porque aunque en cada mención o comentario que me hayáis puesto, siempre os digo 'gracias por leer' esta vez lo digo con  más motivo, GRACIAS GRACIAS Y GRACIAS porque sin vosotras esto no habría merecido la pena, VOSOTRAS sois la mayor inspiración que he podido tener en esta historia, GRACIAS A VOSOTRAS esto ha tenido un principio y un final, con una historia de por medio, gracias a las ideas que vosotras indirectamente me íbais dando. GRACIAS por todo, absolutamente todo, porque gracias a esta historia he conocido a gente maravillosa, he reído, he llorado, he sonreído, ¿pero gracias a quien? A VOSOTRAS. Si realmente necesitaba escribir esta historia para conoceros, no me arrepiento en absoluto. ¡Para muchas ha sido una historia corta! Para mí ha sido una historia ni muy larga, ni muy corta, en su justa medida, buena, pero lo más importante para mí, es que la hayáis seguido hasta el final, que me hayáis apoyado como lo habéis echo, ¡GRACIAS Y GRACIAS Y GRACIAS Y GRACIAS Y GRACIAS! Y paro de daros las gracias, porque si realmente tuviera que expresar todo el sentimiento de gratitud que tengo en mi corazón estaríais leyendo 'gracias' hasta dentro de veinte años. Pero no queréis, ¿no? Jajajajajajaja. Y finalmente GRACIAS por los 52 'Me encanta' en la encuesta. GRACIAS por las más de 8,200 visitas en el blog. GRACIAS por los 24 seguidores. GRACIAS por todas y cada una de las menciones y comentarios que he recibido vuestros. GRACIAS por leer la historia. Y GRACIAS por cada una de las sonrisas que me habéis sacado.
El Blog... El Blog... Lo dejaré abierto una semana o así. Si os queréis descargar la historia, a mí no me importa, podéis hacerlo si la queréis leer en cualquier otro instante. Si me la copiáis... Pues eso que queda en vuestra consciencia, yo creo que aquí todos somos bastantes mayorcitos como para saber si está bien plagiar las ideas de alguien o no. 
Otra cosa... ¡No me quedaré sin oficio de escritora! Ya estoy trabajando en una nueva novela, de la cual podréis leer la sípnosis aquí: http://eraseuna-veznosotros.blogspot.com/2012/02/sipnosis.html
Os adelanto que va de 1D también, pero no se les conoce como tal. Son cinco amigos, con talento, no conocidos. Si se hacen famosos será a escala del lugar donde se desarrolla todo. Esa tendrá aproximadamente, unos 6O capítulos, o más. Será larga, sí. Pero igual espero que os guste. 
De nuevo GRACIAS por todo, en serio, sois l@s mejores. 
¡ OS QUIERO !
Atte: Maribel @BradfordHeart . Una persona que plasmó en palabras un sueño que, le robó el corazón. 

lunes, 13 de febrero de 2012

Capítulo 37 #

¡Chicas! Hoy subo dos. El motivo, ayer la cagué con las protagonistas de la novela. Nos enfadamos, y bueno, no les pienso negar nada. Me han pedido el siguiente, y aquí está. Eso sí, mañana NO subo. Es San Valentín y tengo conservatorio. ¡Este es el penúltimo capítulo! El jueves subiré el último. La historia que nos robó el corazón llega a su fin. ¡Espero que os guste! Besitos. PD: Casi 8000 visitas. GRACIAS, jamás pensé que llegaría a tanto. GRACIAS EN SERIO, OS QUIERO.

(NARRA LUCÍA)
- ¿Qué ocurre? - vi que Ana tiraba de mi brazo, con lágrimas en los ojos. No le salía ni una palabra, no más me enseñó el móvil, el cual marcaba un número desconocido. Lo cogí con rápidez y nerviosismo, no sabía que estaba ocurriendo. Maribel nos miró con curiosidad pero al ver a Ana así, se puso a hablar con Eleanor para que ésta no se diera cuenta. Me puse el aparato en el oído, y lo único que oía eran súplicas de una voz masculina.
- Por favor, Ana, sabes que te quiero, lo de Lina, lo de Lina es pasado. Tú eres mi presente y mi futuro. Por favor vuelve conmigo.
Era la voz de Ayoze. Era un ex de Ana del año sepa dios cuál. ¿Qué quería ahora? Vaya un gilipollas estaba echo el tío. Colgué el teléfono sin querer oír más sus estúpidas súplicas, y abracé a Ana. En ese momento, los chicos salían al escenario con sus preciosas sonrisas. Maribel se puso con Eleanor delante nuestra para que los chicos no notaran lo que ocurría, pero no sirvió de nada. Harry fue directo a mirar a Ana y la vio empapada en lágrimas. No sabemos como fue exactamente, todo ocurrió muy deprisa. Sólo pude ver como le daba el micrófono a Louis y salía corriendo del escenario. 
(NARRA HARRY)
No tenía ni idea de lo que le ocurría a Ana, pero tenía que averiguarlo y un concierto no me lo iba a impedir. No sabía exactamente cómo iba a acercarme a Ana saliendo por detrás como estaba haciendo, pero algo tenía que hacer. ¿Volvía y me tiraba desde el escenario? Los de seguridad me pararían antes. ¡Joder! Piensa Harry piensa. 
- ¡Hazza! Frena - Louis me agarró del brazo.
- Venga tío, suelta, tengo que ir a ver a Ana.
- Estate quieto. Llámala desde el escenario, que te cuente lo que sea allí.
- ¿En mitad del concierto?
- Luego le puedes dedicar una canción o algo. Por dios Harry, que no te puedes ir.
- Pero...
- Nada, que tires para el escenario, no arruines este concierto por ella, por favor.
No me gustaba nada la idea que me había propuesto Louis, pero sin duda sería una buena opción. La mejor. Eran esas las que siempre me recomendaba él. Salí corriendo de nuevo al escenario ante la atenta mirada de todos con Louis por detrás. Cogí el micrófono que esta vez lo sujetaba Niall, y comencé a hablar.
- Perdonad, se me olvidó una cosa en el camerino - se  oyeron las risas por el público - hola. Soy Harry Styles.
- Yo soy Louis Tomlinson.
- Niall Horan.
- Liam Payne.
- Zayn Malik.
- Y somos One Direction - dijimos todos al unísono.
Todo se inundó de aplausos y flashes de cámaras.
- Quiero subir al escenario a una chica muy importante para mí. La cual está cubierta en lágrimas y quiero creer que es por que ya se acaba el tour - esbocé una pequeña sonrisa - Ana, ven. 
Se quedó blanca cuando le pedí que subiera, pero los de seguridad consiguieron subirla. Se acercó a mí quitándose las lágrimas y fingiendo una sonrisa. 
- ¿Qué ocurrió? - susurré.
- Un ex, una llamada, luego te lo contaré detenidamente.
- ¿Ayoze?
- Sí.
- Entonces ya sé que voy a hacer en cuanto lo vea.
- Harry no.
- Tú sólo olvídate ahora de todo.
Le hice un pequeño gesto a Louis con la cabeza, y empezó a sonar What Makes You Beautiful.
- Va por ti Ana - dije sonriendo.
Todo el público estalló en aplausos y silbidos, y comenzamos a cantar. A cada palabra que decíamos, Ana se ponía más roja, casi le iba a dar un ataque. Estaba riendo, le temblaban las piernas, estaba bastante roja y lo único que pudo hacer fue aferrarse a mí mientras terminábamos de cantar.
(NARRA MARIBEL)
- ¿Qué ocurrió? - susurré a Lucía.
- Ayoze la llamó.
- ¿En serio? ¿Qué quería ese tarado?
- Pues a saber. Que ha visto que Ana volvía a Tenerife y ahora quiere volver con ella.
- Es un gilipollas.
- Y un cabrón.
- Con todas las letras.
Las dos reímos.
- Mírala que mona, se le va a poner la cara con todos los colores del arco iris - dije riendo.
- Jajajajajaja, sí, pobre. Pero tiene suerte.
- Tenemos la misma suerte que ella, ¿no?
- Hombre, a ella le están cantando una canción y a nosotras no, jajajajaja.
Las dos sonreímos y vimos que a los pocos minutos, Ana descendía con una gran sonrisa en la cara. No le quisimos sacar el tema de Ayoze y seguimos disfrutando de las actuaciones. Pero llegó el final del concierto tras una hora y media de canciones y chistes de zanahorias por parte de Louis.
- Bueno chicos, llegó el final - anunció Niall.
Todo el público gritó un gran 'oh, no'.
- Todo lo bueno se acaba, ¿no? - dijo Louis con una sonrisa.
- ¿Pero sabéis que canción nos queda por cantar, cierto? - preguntó Liam.
Y todo el público de nuevo gritó "Stole my heart".
- Y tiene dedicación especial - dijo Zayn.
- Exacto, más especial para Zayn que para nosotros, pero al fin y al cabo, especial - rió Harry.
- Bueno, Zayn, ya puedes empezar eh - dijo Louis.
- Ya voy zanahorio.
De nuevo las risas inundaron el estadio de arriba a abajo.
- Quiero dedicar esta canción a una chica que cambió mi vida hace siete meses. Desde la primera vez que la vi, sentía que iba a significar algo más que las demás para mí. Y no me equivocaba. Les hablo del amor de mi vida. La persona con la que he vivido los momentos más tristes de mi vida, pero también los más felices. Hemos llorado el uno por el otro, hemos reído, hemos bailado juntos. Desde que estoy con ella todo a mi alrededor es más fácil. No es nada complicado quererla, porque se hace de querer. Pero tiene algo especial. Todos tienen razones para quererla. Eso es cierto, y más, sus amigas aquí también presentes. Todos la quieren, porque es una chica increíble, porque es preciosa, porque como ella no hay dos. Pero hay algo que diferencia lo que yo siento por ella de lo que sienten los demás. Que todos tienen muchas razones, pero yo tengo más que todos ellos. Porque conozco cada uno de sus secretos, cada uno de los rincones de su mente, conozco sus pesadillas, sus sueños, sus temores, sus fobias. Sus canciones favoritas, el por qué hace algunas cosas, los gestos que hace en diversas ocasiones. Las palabras que odia, los lugares que le gustan. Su color favorito, su ídolo, su saga preferida. Lo sé todo sobre ella. Conozco cada una de sus curvas a la perfección, y es por eso, por lo que  no me quiero separar de ella jamás - el público no dejaba de aplaudir, y yo no podía dejar de ponerme colorada - así que por favor, Maribel, sube. - me sonrió - y las demás también, por favor.
Las cuatro subimos riendo y con un gran color tomate en la cara. Zayn me cogió de la mano y de nuevo mi pulso se aceleró. Miré hacia el público, impresionaba más de lo que parecía. Estaba lleno de chicas gritando y aplaudiendo, y lleno de flashes. Pero la cosa, la cosa fue a más. Zayn de repente se arrodilló delante de mí, con una gran sonrisa. Metió la mano en su chaqueta, y sacó una pequeña caja verde esmeralda. Yo no sabía lo que estaba pasando, vale sí lo sabía, pero no quería creérmelo. Todos empezaron a silbar y Zayn entre risas les mandó que callaran.
- Maribel (mis preciosos apellidos)... ¿Quieres casarte conmigo? - abrió la pequeña caja, y pude ver un anillo de plata con una pequeña piedra encima.
Y ahí si. Todo se quedó en silencio, las fans parecían sorprendidas. Pero la que más sorprendida estaba, sin duda era yo. Mis ojos se inundaron en lágrimas. No podía reaccionar. Me temblaban las piernas. Si me desmayaba, que no os extrañase. Y tras varios aspavientos y risas. Las lágrimas pude hablar. 
Le di mi respuesta. 

Capítulo 36 #

Un día nuevo se dejaba ver en Bradford. Me desperté ya que no podía dormir más y miré a mi lado. Vi a Zayn, aún dormido, con una sonrisa. Qué mono era. A ver con qué estaba soñando para sonreír tanto. Hice ademán de levantarme, pero me di cuenta de un pequeño y mísero detalle. No llevaba ropa. Un rubor me cubrió rápidamente la cara mientras me tapaba con las sábanas. ¿Realmente lo de anoche pasó de verdad? Me mordí el labio sonriente. No quería pasar más tiempo así, aunque Harry llevaba razón; era bastante cómodo dormir así. Salí de la cama cogiendo una de las camisetas de Zayn y mi ropa de interior y me metí corriendo en el baño. Encendí el agua. Sí, lo mejor sería darme una buena ducha. Mientras el agua caía por mi cabeza y posteriormente al resto de mi cuerpo sonreía. Pensaba en todo lo que había pasado por la noche. El baile, la llamada de mi madre, la de Louis, Zayn... y yo. Era demasiado perfecto todo. No podía dejar de sonreír aunque me lo propusiera. Era absolutamente feliz, gracias a él. Al cuarto de hora, terminé de ducharme. Salí, me sequé, me vestí con lo que traía y de nuevo fui a la cama. Zayn seguía durmiendo con la misma sonrisa. Me mordí el labio ligeramente de nuevo, mientras sonreía y me volví a meter en la cama con el portátil. Abrí Tuenti. Hacía siglos que no me metía. Vi que Ana estaba conectada, y no dudé mucho en hablarle.
- ¡Ana!
- ¡Cari! ¡Te echamos de menos!
- Y yo a vosotros.
Miré a Zayn y vi que seguía durmiendo.
- ¿Me llamas? Tengo cosas que contarte.
- ¡Claro mi amor!
Segundos después, mi móvil sonaba y en la pantalla se podía leer 'Ana Styles'.
- ¡CUÉNTAME! - un grito fue lo único que oí tras el auricular.
- Jajajaja, sh, sh, sh, espera - susurré mientras salía de la habitación - ya. Es que Zayn está durmiendo.
- Vale vale, ¡pero cuéntame ya!
- ¿Que te cuente qué? ¿Con quién hablas? - la pequeña voz de Lucía se oyó por detrás y no pude evitar reírme.
- ¡Pues con Maribel! - contestó Ana.
- Pues ponlo en altavoz, que yo también me quiero enterar - dijo mientras, por el ruido que hizo, se sentó.
- Ala - Ana rió - ya puedes Maribel.
Comencé a contarles todo lo que había pasado la noche anterior. Ya que todo hasta ese punto, ellas lo sabían, puesto que habíamos estado hablando por cam.
(NARRA LUCÍA)
- Joder Maribel - dijo Ana - ya era hora, jajajajajaja.
- Pero mira que sois malas eh - contestó Maribel.
- Jajajaja, malas no, realistas - dije.
Entre risas y más confesiones, Maribel dijo que ya tenía que colgar.
- Que ya viene Zayn - dijo tímidamente.
- Anda, anda, anda. ¡Usad protección! - soltó Ana riendo.
- Callaros ya petardas - rió - os quiero.
- Y nosotras a ti - dijimos Ana y yo al unísono.
Colgó y Ana y yo nos miramos sonriendo.
- Qué monada de chicos - dijo.
- Ya era hora de que pasara jajajajajaja.
- Sí, aunque era de lo mismo que yo y Louis le advertimos.
- ¡Qué boba! Como puedes observar están genial.
- Eso es lo único que quiero, que sean felices - sonrió - Lucía...
- ¿Qué?
- Yo tengo algo que contarte.
- ¿Sí? Pues ya puedes empezar.
- Es sobre Harry y yo.
Me quedé parada unos minutos, puesto que su sonrisa se había ido de la cara. Me asusté.
- ¿Qué ocurre?
- Cuando fuimos a Suiza...
- ¿Qué ocurrió? Ana me estás asustando.
- Harry y yo... pues eso.
Abrí los ojos como dos platos con una sonrisa.
- ¿Cuándo pensabas contármelo idiota? - reí.
- Es que tenía retraso.
Y mi sonrisa se fue.
- ¿Qué? ¿Estás...?
- No. Pero fueron unos días muy raros. Debía haberme llegado el período, y me llegó una semana después... Harry y yo estábamos muertos de miedo.
- Oh dios - la abracé - ¿por qué no me lo contaste?
- No lo sé... si no era nada no quería preocuparte.
- Tonta. No lo hagas más, ¿vale?
- Vale...
Las dos sonreímos, de nuevo nos abrazamos y salimos de la habitación en busca de los chicos.
{...}
(NARRA ZAYN)
Dos días después de la fiesta en Bradford, Maribel y yo viajamos a España con los demás. De eso hacía ya casi seis meses. Estábamos en Diciembre. Las chicas, en Septiembre, decían que querían volver a clases, pero las convencimos para contratar un profesor particular. Las cosas iban geniales entre yo y Maribel. Ana y Harry estaban mejor que nunca, y Lucía y Liam, después de algún altibajo que tuvieron desgraciadamente, ya estaban muy bien. Hoy era el último concierto del Tour nuevo. Decidimos comenzarlo en España. Después viajamos a Chile, a Venezuela, Irlanda, volvimos a Londres, después a Francia, Suecia, Canadá, Los Ángeles... Fue un Tour bastante largo. Eleanor hacía tiempo que viajó a España también para estar con las chicas y con Louis, ya que éstos habían comenzado a salir. Las cuatro se hicieron bastante amigas, y eso nos alegró a todos, porque temíamos que Eleanor no les cayese bien del todo. Niall lo había dejado con Lizzie, diciendo que "a estas alturas no me veo con ella". Así que de nuevo, nuestro irlandés estaba soltero.
- ¡Niall! - dije minutos antes de comenzar el concierto.
- Dime.
- Hoy haré lo que planeé hace meses, con Maribel.
- ¿En serio tío? ¿Cuando?
- Ahora. Al final del concierto.
- Estás loco, ¿y si te dice que no?
- Dudo que me diga eso.
- Tío, ¿lo tienes bien pensado?
- Sí, no sé. ¿Crees que me negará?
- Pues no sé... Todo puede ocurrir. Quizás me caiga y me parta una pierna, quién sabe.
- Niall en serio.
- Yo te apoyo en lo que hagas.
- ¿En serio?
- En realidad sí, pero en esto no, jajajajaja.
- ¿Por qué?
- Porque vas muy rápido. Échale el freno Zayn.
- Yo creo que estamos bien.
- No te digo que no, pero piénsalo todo bien. Es bastante gordo lo que vas a hacer.
- Pero no sé, nos queremos al fin y al cabo.
- Si todo el mundo pensara así, las cosas serían muy diferentes.
- ¡Joder Niall!
- Jajajajaja, Zayn no te irrites - dijo con tono burlón - haz lo que creas.
- Pero, ¿me apoyas, no?
- Que sí.
- Y yo también - dijo Liam dándome unas palmadas en la espalda.
- Yo no sé de qué habláis, pero yo también - dijo Harry.
- ¿Es sobre zanahorias? ¡Entonces te apoyo! - dijo Louis.
Todos reímos.
- Venga - dijo Harry.
(NARRA ANA)
Faltaban segundos para que los chicos salieran al escenario, y como de costumbre, mi móvil traidor sonó.
- ¿Sí? - contesté medio gritando mientras me tapaba el oído donde no estaba el móvil con la mano.
- ¡Ana!
- ¿Andrés?
- ¡Sí! ¿Te pillo en mal momento?
- Hombre, un poco, jajajaja.
- Vaya lo siento, te llamo en otro momento.
- No, dime, ¿qué ocurre?
- Es que un tal Harry ha llamado antes y decía que era de parte tuya.
- ¿Que decía? - sonreí mirando a las chicas.
- Pues que venías de visita en unos días o no se qué. ¿Es cierto? ¿Volveré a verte?
- ¡Sí! Bueno, si Harry lo ha dicho, es verdad - reí.
- ¡DIOS ANA! Llevo años sin verte, ¿sabes la ilusión que me hace?
- ¿Y a mí? Joder, lloraré al verte, de veras.
- Creo que me tienes que contar muchas cosas.
- Han sido muchos años, ¿se puede resumir?
- Jajajaja no, a mí me lo cuentas todo, todo.
Sonreí tras el teléfono. Las lágrimas iban a salir en cualquier momento. Por fin volvería a verlos a todos, no podía estar más feliz.
- De acuerdo... ¡Andrés tengo que colgar!
- Vale Ana, ¡te quiero!
- Jopé, ¡y yo a ti! - dije con una sonrisa.
Ambos colgamos y cuando iba a guardar mi móvil en la chaqueta, noté que volvía a vibrar.
- ¿Sí? - dije con tono de tener prisa, los chicos ya estaban a punto de salir.
- ¿Es cierto que vuelves a Tenerife?
Esa voz. ¿Por qué me llamaba? ¿Qué se supone que hacía? Mi corazón se aceleró, mi cabeza se llenó de recuerdos y lo único que pude hacer fue tirar del brazo de Lucía, con una mirada de socorro empapada en lágrimas.

domingo, 12 de febrero de 2012

Capítulo 35 #


Una gran pista de baile en medio del campo. ¿Recordáis la escena del baile de fin de curso en Twilight? Pues la pista era algo parecida, sólo que aún más preciosa. Luces amarillas y blancas inundaban todo el paisaje 15 metros a la redonda. Era totalmente hermoso. Había bastante gente, bailando como si estuviesen poseídos y gente bailando tranquilamente. También había quien sólo hablaba con su acompañante. Una gran carpa con pequeños faros se alzaba hacia arriba. Era increíble. Zayn tendió su mano y yo la acepté con una sonrisa. Comenzamos a andar hacia la pista, y de repente vi que todo el mundo se alteraba.
- ¿Qué ocurre? - dije sonriendo.
- Desde que estoy en One Direction la gente se comporta así al verme - rió.
Ambos sonreímos y comenzamos a bailar, ya que el que controlaba la música, puso 'Lovesong' de Adele. Todos los que bailaban como si tuviesen cucarachas subiéndole por la espalda comenzaron un baile lento, apasionado y cálido con sus parejas. No se escuchaba a nadie, sólo pequeños susurros y aquella canción de fondo. Zayn y yo no nos quedamos atrás. Me agarró de la cintura, mientras que yo pasé mis manos por su nuca.
- Tengo que decírtelo... no sé bailar.
- Jajaja, ahora estás bailando.
- Seguro que se reirán de mí.
- Tonta.
Me besó levemente haciendo que una pequeña sonrisa se alzara en mi rostro. Y después apoyé mi cabeza en su hombro, dejando sus labios en mi oído.  Pasamos bastante tiempo así, parecía que el que ponía la música se había percatado de nuestra presencia y de nuestras pocas ganas de bailar como unos locos y no paraba de poner canciones lentas. Después de 'Lovesong', empezó a oírse 'Never Think' de Robert Pattinson. Y después varias más, las cuales no conocía. En una de esas canciones desconocidas para mí, pero que no salían de la temática 'canción lenta' otra canción comenzó a sonar en mi oído.
- I never had the words to say, but now I'm asking you to stay. For a little while inside my arms and as you close your eyes tonight. I pray that you will see the light, that's shining from the stars above - susurró Zayn en mi oído.
- When he opens his arms and holds you close tonight - continué.
- It just won't feel right.
- Cause I can love you more than this.
Dejé que me viera sonreír poniendo mi rostro frente al suyo, y casi al terminar la frase, de nuevo nos fundimos en otro beso. De esos besos nuestros que duraban minutos. Seguían poniéndo canciones lentas a nuestro alrededor, pero él y yo llevábamos el ritmo de nuestra propia canción. De repente, comenzó a sonar 'Mistletoe' de Justin Bieber. Me extrañó. Porque estábamos en pleno Julio. Pero de igual manera, escuchar en ese momento aquella canción me hizo sonreír.
- Kiss me underneathe the mistletoe - susurró de nuevo Zayn.
- Show me baby that you love me so, oh, oh, oh.
- Capta el mensaje, princesa - dijo alzando una ceja.
- Repite, don mensajes subliminales.
- Kiss me underneathe the mistletoe - susurró de nuevo marcando el 'kiss me'.
Sonreí mordiendo ligeramente mi labio inferior, y le besé. Y así estuvimos durante bastante rato. De repente empezaron a sonar canciones más animadas, empezando por 'The Violet Hour' de Sea Wolf. Nuestro baile comenzó a animarse, y a llenarse de risas y bailes tontos. Todo el mundo hacía lo mismo. Y durante horas estuvimos bailando de la misma manera, sin dejar de reír. De repente sonó mi móvil, cortando un poco el rollo.
- Perdona, es mi madre, no tardo - esbocé una sonrisa y Zayn se quedó esperando apoyado en la barandilla de la pista mientras yo salía de ella para poder hablar sin tener que quedarme sorda por la música.
- LLAMADA TELEFÓNICA -
- Dime mamá.
- ¿Dónde estás?
- En Bradford.
- Así que Javi no mentía.
- Mamá, yo...
- Sé que estás con un tal Zayn.
- Mamá de veras, yo...
- Mi amor, no me importa que no vengas a España en unos días...
- ¿Qué?
- Que no me importa. Yo también he echo esas cosas por amor, sabes.
- Jajajaja, mamá, quería avisarte, pero ha ocurrido todo tan rápido...
- Y creo que han pasado muchas cosas, ¿me equivoco?
- Para nada - sonreí mirando a Zayn.
- Espero que ese chico te haga feliz, Maribel.
- Lo hace.
- Espero que sea el definitivo.
- Eso espero yo también.
- ¿Qué es esa música de fondo?
- Jajaja, estoy en una especie de baile.
- ¿Tú bailando? ¡Eso tiene que ser grabado!
- ¡Mamá! - dije riendo.
- Perdona, perdona. Ya te dejo. Vuelve pronto. Por favor. Te quiero.
- Te quiero mamá.
Ambas colgamos, y por mi parte, una sonrisa envolvía mi cara. Era la primera vez que había hablado así con mi madre. ¿Tan bien le ha sentado estar un mes sin mí? Estaba de genial humor, y me lo había contagiado a mí por teléfono. Casi tenía ganas de llorar de tanta emoción que estaba acumulando en el cuerpo, pero por lo pronto, sólo tenía ganas de contárselo a Zayn. Guardé el móvil en el bolso y éste volvió a sonar. ¿Quién sería?
- ¿Sí?
- ¡Zanahoria Malik!
- ¡Boo Bear! - grité riendo.
- ¿Qué tal pequeña?
- Pues bien. En una especie de baile, ¿tú?
- Pues que acabamos de terminar de cenar, y quería hablar contigo de algo, a parte, empezaba a echar de menos tu voz.
- Pero si hablamos esta tarde - sonreí.
- ¿Y qué? Yo ya la echaba de menos.
Sonrisas detrás de ambos teléfonos.
- Dime.
- Pues que le he dicho a Eleanor que para el Tour, que se venga con nosotros.
- ¿Y? - dije extrañada.
- Pues que si te importa...
- ¡No! - grité - para nada, será un placer conocerla.
- Quiero que le hagas compañía, que seguro que se siente sola.
- Que sí, tú no te preocupes por eso Lou.
- ¿Ya dejas de llamarme Boo Bear?
- Es que a ver, vais a acabar juntos y no es plan de tenerla celosa - reí.
- Eres malvada. ¿Y tú que sabes si acabaremos juntos o no?
- En mi pueblo tenía fama de adivina - reí.
- Ya, ya, ya. Claro que sí, campeona - dijo en español.
- ¡Oh dios! ¿Hablas español?
- Eso me lo enseñó Ana, que dice que te pone histérica que te lo digan.
- Jajajajaja, ¡ella sí que es malvada! Me pone histérica dependiendo de quién me lo diga.
- Así que si yo te lo digo no pasa nada, ¿no, campeona?
- Tampoco abuses.
- Perdona.
- Bueno Lou...
- Ejem...
- Jajajajaja, perdón - sonreí - Boo Bear.
- Así mejor. Todos me llaman Lou. No quiero que tú también me llames así.
- En realidad te llaman Tommo.
- Pero eso es sólo Harry.
- Porque tú le llamas Hazza.
- Exacto. Somos super héroes.
- Hazza es el super héroe de Ana.
- ¿Y yo? - dijo triste.
- ¿Tú?
- Sí yo.
- Pues no sé.
- Ah , bien, bien campeona, bien - rió detrás del teléfono.
- Idiota.
- ¿Entonces no tengo a quién salvar?
- Sí.
- ¿A quién?
- A mí. Que para algo eres mi mejor amigo.
De nuevo más sonrisas tras el teléfono.
- Te dejo ya pequeña.
- Vale, sí mejor, que Zayn me mira con cara de asesino.
- Jajajajaja, dale un abrazo de mi parte.
- Dalo por echo. ¡Ah! Dile a todos que los quiero mucho.
- Dalo por echo - dijo intentando imitar mi voz - ¿y a mí me quieres?
- ¿A ti?
- Sí. ¿O ese 'a todos' también me incluye?
- No idiota. A ti el que más.
- No lo pillo.
- Deja de comer zanahorias.
- ¡Eh! Que ellas me hacen listo.
- Ya lo veo ya.
- Adiós enana, te quiero.
- Adiós Boo Bear, te quiero mucho, pero que mucho más.
Escuché el 'pi pi pi, pi pi pi'. Ya había colgado. Guardé el móvil con una sonrisa mayor a la que antes mi madre me había sacado, y me dirigí a Zayn. Me miró extrañado por mi extraña felicidad, pero prefería contarlo todo en otro momento. Simplemente, me acerqué a él, lo agarré con suavidad de la cara y le besé. Una sonrisa en mitad del beso apareció en su rostro. Creo que era una de mis partes favoritas de cuando nos besábamos. Me cogió de la mano, y seguimos haciendo lo mismo que minutos antes, el ganso encima de una pista de baile. Cuando terminó de sonar 'Little bad girl' de David Guetta, estaba bastante agotada, le dije a Zayn que quería volver y ambos abandonamos la pista de baile con dirección a la casa. Tras unos pocos minutos disfrutando de la noche de Bradford llegamos a la casa.
- Mi amor... - dijo besándome el cuello suavemente.
- Zayn...
- Por favor... - me puso mirándo a él mientras me agarraba de la cintura y cerraba la puerta.
- De esto mismo me advirtieron...
- Te quiero... - de nuevo posó sus labios en mi cuello ligeramente.
Intentó mirarme fijamente a los ojos, pero le besé. El primero fue de forma dulce, como todos. Pero poco a poco se fueron convirtiendo en besos más apasionados, con más deseo. En una carrera llegamos a la habitación del piso de arriba. Besos, besos, mordiscos en el cuello, caricias. Le quité la camiseta a Zayn dejando claro mi respuesta a la pregunta que pasaba por su cabeza. Besos, más mordiscos, estremecimientos, escalofríos y el desprendimiento de más prendas de ropa dejaron clara la intención de ambos, hasta que todo eso se convirtió en algo más. Desprendíamos otro tipo de amor el uno por el otro; el auténtico amor carnal.

Capítulo 34 #

- ¡Louis, cariño! - una dulce voz salió del auricular de mi teléfono móvil.
- ¡Eleanor!
Los chicos me miraron instantáneamente al decir ese nombre. Con gestos les dije a Ana y Lucía que fueran ellas y que ahora iba yo.
- ¿Qué tal? ¿Dónde estás? Fui a buscarte a la casa pero no estabas.
- Ah sí, estamos en España.
- ¿Y no me lo dices? - la dulce voz fue desapareciendo.
- Es que tenía la cabeza en el Tour nuevo que haremos y todo eso, no sé, perdona.
- No importa cielo. ¿Cuándo volvéis?
- Pues ya que estábamos aquí, y nos están tratando tan bien, pensábamos empezar aquí el Tour. Después, pensamos en ir a América Latina, volver por Reino Unido, pero no hay nada confirmado, salvo lo de que aquí empezamos.
- ¿Osea que me pasaré meses sin verte?
- Pues, no tiene por qué... - vi la mirada de Harry, que decía 'olvídate de Maribel, ya'.
- ¿Cómo? No lo entiendo.
- Ya que las chicas vendrán, vente tú también con nosotros.
- ¿En serio? - la dulce voz mezclada con emoción volvió a su cuerpo.
- Por supuesto. 
- ¡Genial! Mañana cogeré un avión para España, estamos en contacto, ¿vale?
- Perfecto, hasta pronto Eleanor.
- Adiós Louis.
Ambos colgamos pero yo no tenía una sonrisa en la cara como normalmente tenía. No sé si era una buena idea lo que le acababa de proponer a Eleanor. Pero teniendo en cuenta que los chicos, decían que sí, fui a preguntarles a las chicas, que en estos casos, eran más fiables que ellos.
(NARRA MARIBEL)
Unos pequeños golpes me despertaron del sueño que estaba teniendo. 
- ¡Llegamos! - dijo Zayn bastante animado.
- Joder, sí que he dormido yo...
- Anda calla y mira por la ventana.
Le hice caso con desgana y perrera y me quedé alucinada. Era una ciudad preciosa, más que preciosa. Los edificios eran preciosos, todo. Me enamoró la ciudad entera. Me quedé tan ensimismada mirando por la ventana, que ni si quiera me di cuenta de que ya estábamos en la puerta de su casa.
- Vamos mi amor - me dio un pequeño beso en la frente en señal de que me calmara, porque me temblaba todo el cuerpo. 
Bajamos del coche y de nuevo él se ofreció a bajar las maletas. Pagó al taxista e hizo ademán de llamar a la puerta.
- Espera, espera - agarré su brazo.
- ¿Qué? - esbozó una pequeña carcajada.
- ¿Estaremos aquí los dos días?
- No seas boba, esta no es la casa de mis padres, es la casa de mis tíos, que están de viaje. Pero todos han venido para verte.
- Me va a dar un ataque.
- No seas tonta.
- ¿Y si les caigo mal?
- Lo dudo.
- ¿Y si piensan que soy fea?
- Jajajaja, que no.
- Zayn no te rías.
- Sh.
Me agarró de la nuca y me atrajo hacia sí lentamente, dejando que nuestros labios se juntaran formando uno sólo. 
- Y, entra ya, que se estarán preocupando y todo.
- No seas exagerado.
Con una sonrisa Zayn llamó a la puerta y yo, miedica de mí, me escondí tras él mientras notaba que el color de mi cara se iba acentuando más, hasta parecer un tomate.
- ¡Zayn! - una mujer con una hermosa sonrisa abrió la puerta y al verlo no pudo resistir la tentación de abrazarle.
- Mamá - entre risas la abrazó - ¿qué tal estás? ¿quién más ha venido?
- Tus hermanas, bueno, ¡todos están aquí! - me miró - Ah, tú debes de ser Maribel, ¿verdad? - una sonrisa apareció en su rostro.
- Sí, encantada - no era muy devota a tender la mano en las presentaciones, así que me lancé para darle un abrazo que fue correspondido con una gran sonrisa.
- Entrad, entrad.
De nuevo Zayn no quiso dejarme llevar algo del equipaje y entramos en la casa con su madre por detrás. Mientras él subía todo al piso de arriba, a mí me dejó sola con toda la familia en el salón. Me fui presentando a todos con abrazos y besos y todos muy amables, me hicieron el interrogatorio más cariñoso que jamás había tenido. 
Estuvimos con ellos hasta la hora de la cena. Nos invitaron a cenar con ellos, pero yo estaba tan cansada, que hasta Zayn lo notó y les dijo que mejor nos quedábamos aquí. Todos se fueron con una invitación para que a la mañana siguiente comiésemos con ellos. No pudimos decirles que no, y cuando ya estábamos solos, noté como Zayn me cogía en brazos, ya que me quedé profundamente dormida en el sofá. 
Un nuevo día se alzaba, pero hoy, en la ciudad de Bradford. Me desperté antes que Zayn, ya que me dormí antes. Salté de la cama sigilosamente con intención de ir a mi maleta a buscar ropa para la supuesta fiesta que había esa noche. Pero no me di cuenta de algo. Bueno, sí me di cuenta cuando estaba sentada en el suelo. No llevaba la ropa de anoche. Llevaba una gran camiseta blanca, con un pato dibujado. Eso significaba... Oh dios. "Vale, luego mataré a Zayn", pensé. Pero eso era lo de menos. ¡Que hay una fiesta y no sé que ponerme! Empecé a tirar ropa por la habitación, y creo que una de las prendas le cayó a Zayn en la cara porque lo tenía detrás preguntando que qué estaba haciendo.
- Pues que voy a hacer, busco algo decente para ponerme.
- Pero si tu estás preciosa con todo.
- No. Jo, Zayn, ayúdame.
- Vaaaaaaaaaaaale - me dio un ligero beso en la nuca y se colocó al lado mía, mirando la maleta - qué decisión más complicada.
- ¿Verdad que sí? Es horrible en serio. 
- Si estuvieran las chicas aquí...
- Ya habría elegido modelo.
- Pero habría un inconveniente.
- ¿Cuál? - dejé caer la camiseta que tenía alzada con mis manos.
- Pues que no podría hacer esto.
Cogió mi hombro derecho y con un ligero movimiento me tumbó en el suelo. Él se quedó a mi lado, apoyado en los codos, mirándome.
- Esto lo podrías haber echo perfectamente idiota.
Su contestación fue una sonrisa burlona y un beso. Y otro. Bueno, y otro. Hice ademán de querer levantarme del suelo, pero me negó la petición.
- Aquí te quedas.
- Zayn, el suelo está frío y tengo que elegir ropa.
- Son las 10, tienes todo el día. Y, por lo del suelo...
Me cogió en volandas de nuevo y me dejó en la cama. Se tiró a mi lado, poniendo su brazo encima de mi estómago, como agarrándome. Asegurándose de que no me iba.
- Si luego voy echa una cateta será tu culpa.
- Irás preciosa, como siempre.
De nuevo me arrancó una sonrisa, esa sonrisa que nadie más me sacaba. Estuvimos varias horas ahí tirados, peleándonos, riendo, entre besos de esquimal y caricias, con miradas y muchos besos, y para qué mentiros. Deseaba estar con él así cada mañana. 
(NARRA ZAYN)
Faltaban dos horas para la fiesta, y Maribel estaba tan histérica, que tuvo que llamar a Ana y a Lucía para que le ayudasen con la ropa. Pero por falta de visualización, encendió el portátil y hicieron una vídeo llamada por Skype.
- Mi amor - dije interrumpiendo la tertulia de las tres - voy a ducharme. 
- Vale cariño - me esbozó una sonrisa y siguió con la elección de ropa.
Me metí en el baño, como siempre, con sólo la ropa de interior. Yo no sé, por qué se complican tanto las mujeres en elegir ropa. Con lo fácil que es ponerte cualquier cosa que pilles en el armario. Resoplé terminando con una sonrisa y me metí en la ducha. Estuve debajo del agua unos 10 minutos. Salí, me sequé, me puse los boxers y salí del baño.
- ¿Todavía no has elegido modelo? - dije riendo.
- Zayn - la voz de Ana se podía oír por el pequeño altavoz del ordenador - oh por favor Maribel, da la vuelta al portátil para que lo vea, que no me gusta hablar con la gente sin mirarla a la cara.
Ella me miró de arriba a abajo sonriendo y negó con la cabeza.
- ¿Por qué no? - preguntó Lucía.
- Pues porque no querréis verle tal y como va - dijo riendo.
- Perdona, pero hay fotos en internet - dije algo molesto.
- Que te calles - me sacó la lengua y fui a mi maleta a buscar ropa para ponerme.
Apenas tardé 5 minutos en elegirla. Un traje, corbata, camisa blanca y zapatos negros. No era tan difícil. Apenas terminé de vestirme cuando Maribel ya había terminado de ducharse y salía del baño con una toalla envuelta en su cuerpo. 
- Ala, ala, ala, cuánto glamour. 
- Jajajaja, a ver que te pones tú eh.
- Pues lo que han elegido las chicas.
- Te dejas manipular.
- Perdona, me ayudan a elegir.
Ambos reímos, cogió la ropa que habían elegido y se metió en el baño de nuevo. Me dirigí a un espejo que había en la pared para peinarme más o menos, mientras ella salía del baño. Estaba aún peinándome, cuando vi su reflejo en el espejo. Me giré con los ojos como platos, sin dar crédito lo que veía. Llevaba un vestido gris, palabra de honor, con una cinta negra a la altura de la cintura, por encima de las rodillas, con un remate en negro también. Unos tacones rojos. El pelo suelto, rizado. Maquillada y con los labios rojos. 
- ¿Qué tal? - dijo sonriendo.
- Creo que me he enamorado.
- Así que antes no lo estabas eh.
- Sí, pero ahora aún más.
Sonreí y me acerqué a ella agarrándola por la cintura.
- ¿Llegaremos tarde? - preguntó sonriendo.
- No pasa nada si llegamos tarde. 
- ¿Sabes de lo que me estoy acordando?
- ¿De qué?
- De que hoy comíamos con tu familia.
Me pegó ligeramente con el bolso y una sonrisa y se dirigió a la puerta de la habitación. 
- Pero tranquilo, que ya los llamé yo pidiendo disculpas. Eres más irresponsable...
Rió y salió de la habitación llamando por teléfono. Moví la cabeza de un lado a otro, atónito pero a la vez despreocupado. Me metí en el baño, me lavé los dientes, me peiné mejor como iba y salí. 
(NARRA MARIBEL)
Nos pusimos en camino hacia la fiesta. No tardamos mucho en llegar, y eso que fuimos andando. No era en una discoteca como tenía pensado que era. La verdad es que me quedé bastante atónita con lo que vi.