Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

domingo, 12 de febrero de 2012

Capítulo 34 #

- ¡Louis, cariño! - una dulce voz salió del auricular de mi teléfono móvil.
- ¡Eleanor!
Los chicos me miraron instantáneamente al decir ese nombre. Con gestos les dije a Ana y Lucía que fueran ellas y que ahora iba yo.
- ¿Qué tal? ¿Dónde estás? Fui a buscarte a la casa pero no estabas.
- Ah sí, estamos en España.
- ¿Y no me lo dices? - la dulce voz fue desapareciendo.
- Es que tenía la cabeza en el Tour nuevo que haremos y todo eso, no sé, perdona.
- No importa cielo. ¿Cuándo volvéis?
- Pues ya que estábamos aquí, y nos están tratando tan bien, pensábamos empezar aquí el Tour. Después, pensamos en ir a América Latina, volver por Reino Unido, pero no hay nada confirmado, salvo lo de que aquí empezamos.
- ¿Osea que me pasaré meses sin verte?
- Pues, no tiene por qué... - vi la mirada de Harry, que decía 'olvídate de Maribel, ya'.
- ¿Cómo? No lo entiendo.
- Ya que las chicas vendrán, vente tú también con nosotros.
- ¿En serio? - la dulce voz mezclada con emoción volvió a su cuerpo.
- Por supuesto. 
- ¡Genial! Mañana cogeré un avión para España, estamos en contacto, ¿vale?
- Perfecto, hasta pronto Eleanor.
- Adiós Louis.
Ambos colgamos pero yo no tenía una sonrisa en la cara como normalmente tenía. No sé si era una buena idea lo que le acababa de proponer a Eleanor. Pero teniendo en cuenta que los chicos, decían que sí, fui a preguntarles a las chicas, que en estos casos, eran más fiables que ellos.
(NARRA MARIBEL)
Unos pequeños golpes me despertaron del sueño que estaba teniendo. 
- ¡Llegamos! - dijo Zayn bastante animado.
- Joder, sí que he dormido yo...
- Anda calla y mira por la ventana.
Le hice caso con desgana y perrera y me quedé alucinada. Era una ciudad preciosa, más que preciosa. Los edificios eran preciosos, todo. Me enamoró la ciudad entera. Me quedé tan ensimismada mirando por la ventana, que ni si quiera me di cuenta de que ya estábamos en la puerta de su casa.
- Vamos mi amor - me dio un pequeño beso en la frente en señal de que me calmara, porque me temblaba todo el cuerpo. 
Bajamos del coche y de nuevo él se ofreció a bajar las maletas. Pagó al taxista e hizo ademán de llamar a la puerta.
- Espera, espera - agarré su brazo.
- ¿Qué? - esbozó una pequeña carcajada.
- ¿Estaremos aquí los dos días?
- No seas boba, esta no es la casa de mis padres, es la casa de mis tíos, que están de viaje. Pero todos han venido para verte.
- Me va a dar un ataque.
- No seas tonta.
- ¿Y si les caigo mal?
- Lo dudo.
- ¿Y si piensan que soy fea?
- Jajajaja, que no.
- Zayn no te rías.
- Sh.
Me agarró de la nuca y me atrajo hacia sí lentamente, dejando que nuestros labios se juntaran formando uno sólo. 
- Y, entra ya, que se estarán preocupando y todo.
- No seas exagerado.
Con una sonrisa Zayn llamó a la puerta y yo, miedica de mí, me escondí tras él mientras notaba que el color de mi cara se iba acentuando más, hasta parecer un tomate.
- ¡Zayn! - una mujer con una hermosa sonrisa abrió la puerta y al verlo no pudo resistir la tentación de abrazarle.
- Mamá - entre risas la abrazó - ¿qué tal estás? ¿quién más ha venido?
- Tus hermanas, bueno, ¡todos están aquí! - me miró - Ah, tú debes de ser Maribel, ¿verdad? - una sonrisa apareció en su rostro.
- Sí, encantada - no era muy devota a tender la mano en las presentaciones, así que me lancé para darle un abrazo que fue correspondido con una gran sonrisa.
- Entrad, entrad.
De nuevo Zayn no quiso dejarme llevar algo del equipaje y entramos en la casa con su madre por detrás. Mientras él subía todo al piso de arriba, a mí me dejó sola con toda la familia en el salón. Me fui presentando a todos con abrazos y besos y todos muy amables, me hicieron el interrogatorio más cariñoso que jamás había tenido. 
Estuvimos con ellos hasta la hora de la cena. Nos invitaron a cenar con ellos, pero yo estaba tan cansada, que hasta Zayn lo notó y les dijo que mejor nos quedábamos aquí. Todos se fueron con una invitación para que a la mañana siguiente comiésemos con ellos. No pudimos decirles que no, y cuando ya estábamos solos, noté como Zayn me cogía en brazos, ya que me quedé profundamente dormida en el sofá. 
Un nuevo día se alzaba, pero hoy, en la ciudad de Bradford. Me desperté antes que Zayn, ya que me dormí antes. Salté de la cama sigilosamente con intención de ir a mi maleta a buscar ropa para la supuesta fiesta que había esa noche. Pero no me di cuenta de algo. Bueno, sí me di cuenta cuando estaba sentada en el suelo. No llevaba la ropa de anoche. Llevaba una gran camiseta blanca, con un pato dibujado. Eso significaba... Oh dios. "Vale, luego mataré a Zayn", pensé. Pero eso era lo de menos. ¡Que hay una fiesta y no sé que ponerme! Empecé a tirar ropa por la habitación, y creo que una de las prendas le cayó a Zayn en la cara porque lo tenía detrás preguntando que qué estaba haciendo.
- Pues que voy a hacer, busco algo decente para ponerme.
- Pero si tu estás preciosa con todo.
- No. Jo, Zayn, ayúdame.
- Vaaaaaaaaaaaale - me dio un ligero beso en la nuca y se colocó al lado mía, mirando la maleta - qué decisión más complicada.
- ¿Verdad que sí? Es horrible en serio. 
- Si estuvieran las chicas aquí...
- Ya habría elegido modelo.
- Pero habría un inconveniente.
- ¿Cuál? - dejé caer la camiseta que tenía alzada con mis manos.
- Pues que no podría hacer esto.
Cogió mi hombro derecho y con un ligero movimiento me tumbó en el suelo. Él se quedó a mi lado, apoyado en los codos, mirándome.
- Esto lo podrías haber echo perfectamente idiota.
Su contestación fue una sonrisa burlona y un beso. Y otro. Bueno, y otro. Hice ademán de querer levantarme del suelo, pero me negó la petición.
- Aquí te quedas.
- Zayn, el suelo está frío y tengo que elegir ropa.
- Son las 10, tienes todo el día. Y, por lo del suelo...
Me cogió en volandas de nuevo y me dejó en la cama. Se tiró a mi lado, poniendo su brazo encima de mi estómago, como agarrándome. Asegurándose de que no me iba.
- Si luego voy echa una cateta será tu culpa.
- Irás preciosa, como siempre.
De nuevo me arrancó una sonrisa, esa sonrisa que nadie más me sacaba. Estuvimos varias horas ahí tirados, peleándonos, riendo, entre besos de esquimal y caricias, con miradas y muchos besos, y para qué mentiros. Deseaba estar con él así cada mañana. 
(NARRA ZAYN)
Faltaban dos horas para la fiesta, y Maribel estaba tan histérica, que tuvo que llamar a Ana y a Lucía para que le ayudasen con la ropa. Pero por falta de visualización, encendió el portátil y hicieron una vídeo llamada por Skype.
- Mi amor - dije interrumpiendo la tertulia de las tres - voy a ducharme. 
- Vale cariño - me esbozó una sonrisa y siguió con la elección de ropa.
Me metí en el baño, como siempre, con sólo la ropa de interior. Yo no sé, por qué se complican tanto las mujeres en elegir ropa. Con lo fácil que es ponerte cualquier cosa que pilles en el armario. Resoplé terminando con una sonrisa y me metí en la ducha. Estuve debajo del agua unos 10 minutos. Salí, me sequé, me puse los boxers y salí del baño.
- ¿Todavía no has elegido modelo? - dije riendo.
- Zayn - la voz de Ana se podía oír por el pequeño altavoz del ordenador - oh por favor Maribel, da la vuelta al portátil para que lo vea, que no me gusta hablar con la gente sin mirarla a la cara.
Ella me miró de arriba a abajo sonriendo y negó con la cabeza.
- ¿Por qué no? - preguntó Lucía.
- Pues porque no querréis verle tal y como va - dijo riendo.
- Perdona, pero hay fotos en internet - dije algo molesto.
- Que te calles - me sacó la lengua y fui a mi maleta a buscar ropa para ponerme.
Apenas tardé 5 minutos en elegirla. Un traje, corbata, camisa blanca y zapatos negros. No era tan difícil. Apenas terminé de vestirme cuando Maribel ya había terminado de ducharse y salía del baño con una toalla envuelta en su cuerpo. 
- Ala, ala, ala, cuánto glamour. 
- Jajajaja, a ver que te pones tú eh.
- Pues lo que han elegido las chicas.
- Te dejas manipular.
- Perdona, me ayudan a elegir.
Ambos reímos, cogió la ropa que habían elegido y se metió en el baño de nuevo. Me dirigí a un espejo que había en la pared para peinarme más o menos, mientras ella salía del baño. Estaba aún peinándome, cuando vi su reflejo en el espejo. Me giré con los ojos como platos, sin dar crédito lo que veía. Llevaba un vestido gris, palabra de honor, con una cinta negra a la altura de la cintura, por encima de las rodillas, con un remate en negro también. Unos tacones rojos. El pelo suelto, rizado. Maquillada y con los labios rojos. 
- ¿Qué tal? - dijo sonriendo.
- Creo que me he enamorado.
- Así que antes no lo estabas eh.
- Sí, pero ahora aún más.
Sonreí y me acerqué a ella agarrándola por la cintura.
- ¿Llegaremos tarde? - preguntó sonriendo.
- No pasa nada si llegamos tarde. 
- ¿Sabes de lo que me estoy acordando?
- ¿De qué?
- De que hoy comíamos con tu familia.
Me pegó ligeramente con el bolso y una sonrisa y se dirigió a la puerta de la habitación. 
- Pero tranquilo, que ya los llamé yo pidiendo disculpas. Eres más irresponsable...
Rió y salió de la habitación llamando por teléfono. Moví la cabeza de un lado a otro, atónito pero a la vez despreocupado. Me metí en el baño, me lavé los dientes, me peiné mejor como iba y salí. 
(NARRA MARIBEL)
Nos pusimos en camino hacia la fiesta. No tardamos mucho en llegar, y eso que fuimos andando. No era en una discoteca como tenía pensado que era. La verdad es que me quedé bastante atónita con lo que vi. 

2 comentarios:

  1. ñañañañañña, ¿porque me encanta tanto? ayyyys, es que Zayn y Maribel són taaaaaaan monos :'3 Enfin,me encanta y lo sabes, y que quiero el siguieeeente*-*♥

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  2. ATONITA PORQUE??????? SIEMPRE MME DEJAS CON TODA LA INTRIGA JOPETAS. AMO DEMASIADO TU NOVELA Y COMOE ESCRIBES, TE AMO TE AMO TE AMO TE AMO.

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