Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

sábado, 25 de febrero de 2012

Capítulo 40 #

(NARRA LIAM)
Las chicas tras un largo tiempo en el baño, bajaron al salón con nosotros. En ese momento sólo estábamos Niall y yo, ya que todo el mundo se había ido. Decidimos no salir por si Harry y Louis volvían, así que encargamos unas pizzas y estuvimos charlando mientras comíamos.
- Creo que os habéis pasado con la comida - dijo Ana mirando las cuatro pizzas.
- Que no, es que yo tengo hambre - dijo Niall cogiendo un trozo de cada una.
Todos reímos viendo como Niall no paraba de comer, y todos cogimos también un trozo de la que preferíamos y comenzamos a comer. Las pizzas las pedimos del Telepizza, y estaban bastante buenas. Dos de jamón y queso, una de cuatro quesos y otra de bacon. Las chicas no comieron más de una pizza completa, y entre Niall y yo, nos terminamos las otras tres.
- Vais  a explotar - dijo Lucía riendo.
- No, no, yo creo que no - dije riendo mientras me colocaba en el sofá.
Lucía se sentó a mi lado, apoyando su cabeza en mi hombro, mientras veíamos una película que estaban pasando en la televisión. Niall y Ana, bueno, se sentaron juntos en el sofá de al lado. De vez en cuando veía como Niall acariciaba el brazo de Ana. Lucía y yo tosíamos disimuladamente, nos miraba, y dejaba de hacerlo. El ver una película en una cadena española, era todo un reto para nosotros. Niall entendía una gran cantidad de las frases, pero yo no cogía ni una, y Lucía tenía que ir traduciendo más o menos lo que iba pasando. Llevábamos más de una hora de película, cuando Louis y Harry aparecieron por la puerta. La imagen que vieron no fue del todo agradable. Ana se había quedado dormida en el pecho de Niall. Y éste, estaba dormido también, con su mano apoyada en la cintura de Ana. Harry le lanzó una mirada fulminante a Louis diciendo 'ya te lo dije', y levantándome lentamente del sofá, ya que Lucía también se había quedado dormida, les dije que me acompañaran a dar un leve paseo.
- ¿A dónde vamos? Que yo no quiero andar más - protestó Harry.
- Pues no vengas. Yo principalmente quiero hablar con Louis - dije.
- Entonces yo voy - rió.
Por el calor que hacía en la calle, decidimos quedarnos dentro de la casa y hablar en la planta de arriba, en mi habitación. Subimos lentamente por las escaleras asegurándonos de que ninguno de los tres se despertara. Harry y Louis entraron en la habitación, y nada más cerrar la puerta, me avasallaron a preguntas.
- ¿Qué pasa? - preguntó Louis.
No contesté. Me dirigí a uno de los cajones, y busqué en uno donde tenía colocada mi ropa interior.
- No me digas que nos vas a enseñar tus nuevos boxers - dijo Harry riendo.
- Pues mira, me he comprado unos que son una pasada - reí - pero no, no es eso.
Saqué unas fotos de entre los calcetines. Las miré detenidamente unos instantes y me dirigí a Louis, para dárselas.
- Explícame esto.
Louis se quedó totalmente petrificado al ver las fotos. Las cogió bajando la vista a la vez que bajaba las fotos.
- ¿Dónde las has conseguido?
- Se te cayeron el otro día. ¿De cuándo son?
- De hace tiempo.
- Louis... - dijo Harry mirándolas - son de antes de que viniéramos a España.
- Pues eso, hace tiempo.
(NARRA LOUIS)
- ¿Para ti 'hace tiempo' cuánto es? - me preguntó Liam, sentándose a mi lado.
- No estaba con Zayn cuando hicimos estas fotos.
- Las fotos no es lo importante, Tommo - me dijo Harry - las frases de detrás.
Cogí las fotos con mala gana y les di la vuelta. Me quedé de nuevo de piedra, no recordaba aquellas frases. Decían cosas como 'tú y yo, y que le jodan al mundo', ó 'el tiempo pone a cada persona en su lugar, y yo sé que a ti te pondrá junto a mí'. Me llevé las manos a la cara.
- Son de cuando nos fuimos a la playa - dije en un susurro.
- Eso no es de hace tanto Louis, allí os... - interrumpí lo que Liam estaba a punto de decir.
- Ya lo sé. Cuando estábamos allí, la daba por mía. No quería aceptar que ella fuera de Zayn. Y aún no pienso aceptarlo - guardé las fotos en mi chaqueta.
- Louis, en serio. Olvídate de ella. Si Zayn ve esto... - añadió Harry.
- Es que me da igual. Son frases que escribimos como amigos, no pensando en ser algo más.
- Pero encima, las fotos, salís siempre acurrucados y muy cerca. Joder Louis... - Liam miraba al suelo.
- Que no pasa nada... Además, ya me estoy olvidando de ella, sí...
- ¿Cómo? - preguntaron ambos.
- Conocí a  una chica. En la playa, cuando estuvimos Maribel y yo allí. Se llamaba...- paré intentando recordar su nombre - Mary. Sí. Era una chica genial, conseguí su número. Quizás la llame.
- ¿Y con ella te olvidarás de Maribel? - preguntó Harry.
- Eso creo...
- ¡Entonces a qué esperas! ¡Llámala! - dijo Liam más animado.
- Es que no sé si quiero.
- Lou, no queremos verte triste. ¿Vale? Así, que dame esas fotos, que yo me encargo de que Zayn nunca las vea, llamas a Mary y todos felices. - dijo Liam intentando coger las fotos.
- Puedes estarte quie...
Alguien abrió la puerta de repente. Lucía. Estaba alterada y todos nos miramos preocupados.
- Chi-chicos, tenéis que ver esto.
Todos salimos corriendo de la habitación hacia el salón. En él, Niall y Ana estaban sentados frente la pantalla de un portátil. En Twitter parecía que estaban metidos.
- ¿Qué ocurre? - preguntó Harry preocupado.
- Mirad estas fotos.
Tomamos asiento en frente del portátil, con Ana al lado, seleccionando algunos tweets. Unas fotos, de Rebecca y Zayn ocuparon toda la pantalla. Se les veía en una cafetería, charlando. Ana fue pasando fotos, pero hubo un momento en que paró de hacerlo.
- No puedo - dijo.
- Tienen que verlas, ¡tenemos que hacer algo para que ellos no las vean! - dijo Niall.
Ana le miró con gesto triste y pasó a una nueva foto. Una que no esperaba ver.
- Qué coño es ... - interrumpí el comentario de Harry.
- Eso es, yo, cogiendo un avión a Londres, en busca de Zayn para pegarle cuatro hostias.
Me levanté del sofá, lleno de ira. Ninguno intentó detenerme, puesto que Harry les había dicho que no me iba a estar quieto. Cogí mis llaves, cogí mi móvil y marqué el número de un taxi. Y mientras salía dando un portazo de aquella casa, dejé a todos estupefactos, mirando una foto en la pantalla de un ordenador, en la que Zayn y Rebecca, se estaban besando.
(NARRA MARIBEL)
La tarde estaba pasando rápidamente. Decidimos ir a comer a casa de la madre de Zayn, antes de irnos a España. Pasamos la tarde allí, tomando café y pasteles, hablando y charlando. Era una familia muy agradable. Llegando la noche, decidimos irnos. De camino a la casa, vimos el lugar dónde fuimos a la fiesta y reímos, pero no hicimos ademán de querer ir. Mirando la noche tan bonita que se estaba posando en Bradford, llegamos a la puerta de la casa.
- Creo que voy a ducharme - dijo Zayn.
- ¿Sí? Vale, yo voy a meterme un rato en el portátil.
- Enganchada.
- Idiota.
Reímos, le besé y él subió rápidamente al piso de arriba para meterse en la ducha. Yo me quité los tacones que llevaba, y lentamente subí por las escaleras. Llegué a la habitación y me desplomé en la cama, no sabía por qué estaba tan cansada. Cogí el portátil y abrí el Twitter, con intenciones de ver cual era el tema del momento. Me pareció un ver un tweet que hablaba de mí y de Louis, pero sonó un teléfono y aparté la mirada de la pantalla del ordenador. El móvil que sonaba era el de Zayn. No dudé mucho en contestar, y lo cogí.
- ¿Diga? - dije animada.
- Hola. ¿Si no me equivoco, eres la hermana de Zayn, cierto? Bueno, dile a tu hermano, que cuando pueda que me llame, que ya voy para Bradford, tardaré un cuarto de hora. A la hora que acordamos. Así que, nada, que me recoja en la estación, que no se le olvide. ¡Ah! Y que a Maribel no le diga nada, no quiero problemas antes de tiempo. ¡Hasta luego bonita!
No me dio tiempo a contestar. Colgó el teléfono rápidamente, y no pude saber quién era. El número que ponía en la pantalla era desconocido. Dejé el móvil en la mesa con dificultad. Cerré el ordenador. Cogí las llaves. Me coloqué los tacones, y salí de aquella casa sin hacer algún tipo de ruido. Un dolor me reconcomía el pecho mientras andaba por las calles desconocidas de Bradford. ¿Quién sería la chica? ¿Rebecca? No, ella conocía mi voz. No me habría confundido con su hermana. Cuanto más pensaba en aquella conversación, más me dolía el corazón. Cogí el móvil con intenciones de llamar. 'Ana' busqué. Marqué el número. 'El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura, por favor, inténtelo de nuevo más tarde'. Genial. 'Lucía', busqué de nuevo. Volví a marcar el número. Y de nuevo la puñetera máquina salió hablando en vez de ellas. ¿Dónde estaba todo el mundo? Increíble. No sabía a quién más llamar. Me sentía tan sola en Bradford aquel momento. Y parece que cuatro tíos que no estaban del todo sobrios, se dieron cuenta del pequeño detalle, de que yo me había perdido por no haber prestado atención de por donde iba.
- ¡Eh guapa! ¿Dónde vas tan sola? - dijo uno de ellos. Los cuatro se acercaban con sonrisas en sus rostros.
- A-a mi casa.
Miré hacia atrás pensando que no habría andado tanto. Pero sí que lo había echo. No veía la pista de baile si quiera. Estaba totalmente perdida en mitad de la noche.
- Te acompañamos si quieres - dijo otro de los hombres.
- No-no hace falta - comencé a andar hacia atrás. Empezaba a sentir miedo.
- Que sí guapa, nosotros te acompañamos - de repente me rodearon, miraba a todos lados, pero no veía un hueco para escaparme.
- No-no hace falta en serio, sé donde está.
- ¿Te acompañamos a la fuerza o te dejas? - comentó un tercer hombre.
- Por dios, qué buena estás. Esos vestidos tan cortos te quedan muy bien, ¿lo sabías? Me pregunto cómo estarás sin él - dijo el que creí que era el 'jefe' de aquella banda de locos borrachos.
- De-dejadme ir por favor.
- ¿Qué ganamos nosotros con eso? Si te dejamos, sería como si un león dejara escapar a sus presas. No ganaría nada. Es más, perdería mucho.
- Pero no sois animales - dije nerviosa. Ya no sabía ni qué decía - Por-por favor, no tengo dinero para daros, no me hagáis daño...
- Tienes algo que nos interesa más que el dinero o un móvil de última generación - dijo uno de los que me rodeaba por detrás mientras me pegaba en el trasero una palmada. Me aparté corriendo de él y me choqué con los que había delante. Estaba totalmente perdida. No tenía escapatoria alguna.
- No. Ella no tiene nada que te interese. Pero a mí personalmente me interesa pegarte un puñetazo en la cara de gilipollas que tienes por tocarla.
Entre los cuatro hombres borrachos que me rodeaban lo vi. Podía haberme ido a salvar cualquiera de las 293.717 personas que en Bradford residen. Pero no, me tuvo que salvar él. La última persona que esperaba ver allí de pie, plantando cara a cuatro tíos que probablemente, fueran mayores que él. 

3 comentarios:

  1. PUTA REBECCA, PUTOS HOMBRES A LOS QUE MATARE MAS TARDE, CON ZAYN YA MANTENDRÉ YO UNA LARGA CONVERSACIÓN PORQUE LO QUE HACE NO ES NORMAL Y VIVA LOUIS JODER VIVA VIVA. CAPITULAZO MI AMOR CAPITULAZO ,NECESITO MASSSSSS.

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  2. Diooooooooooooos *_______________* Voy por pasos! Primero; ¿Quien era la tia del telefono? DDDD: Segundo: La salva Louis, a que si? A que si? A que si? *___________*
    Tercero: Las fotos son de cuando se encontraron Rebecca y Zayn, verdad? ¬¬ Ugh! Como las vea Zayn o Maribel.. aggggggggg TT Bueno, que no se ni que comentar, que sabes que me encanta demasiado, ufff*________* Adoro tu novela, de verdad! :') Siguiente prontooooooo:D te quiero<3

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  3. Me encanta como escribes es tnwisnsodbs
    ¿La otra novela la has dejado?

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